El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ratificó la vocación de diálogo del Gobierno con el FMI y aseguró que las relaciones con el organismo “no han cambiado en nada”. Aclaró, sin embargo, que “lo que sí existe es la clara vocación de que no se convierta en un diálogo donde la Argentina quede sometida a ciertas lógicas económicas que propone el Fondo y postergue el desarrollo que estamos logrando”.
Las declaraciones del funcionario se producen 24 horas después de conocidas las del vocero del FMI, Thomas Dawson, quien advirtió que el gobierno argentino debía prestar atención al problema de la inflación. “Al Gobierno también le preocupa el tema inflacionario y se está ocupando de él –respondió Fernández–, lo que seguramente tenemos son recetas diferentes de solución.” De cualquier forma, aseguró que “no hay riesgo inflacionario de ninguna naturaleza”.
Quien también se refirió al tema de la suba de precios fue el titular de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, que ayer intervino en el Primer Encuentro Empresarial Iberoamericano que tiene lugar en Salamanca, España. “La inflación elevada, sostenida y crónica es el fenómeno más negativo que puede impactar sobre una sociedad, (ya que) la narcotiza al hacerle vivir la ilusión del estiramiento ilimitado de recursos.”