“Las buenas noticias económicas son demasiado modestas si las comparamos con la necesidad de revertir el déficit de trabajo decente acumulado desde los años ‘90”, alertó la Organización Internacional del Trabajo en su último informe sobre la situación del mercado laboral en América latina y el Caribe. En Argentina, la grave crisis en este terreno se refleja, por ejemplo, en el grado de cobertura de la seguridad social. Mientras en 1990 era del 61,9 por ciento, a fines de 2004 recibían los beneficios del empleo formal apenas el 51,5 por ciento de los trabajadores. En la comparación también queda claro el deterioro salarial. A fines de 2004, el salario real del sector industrial era 0,5 por ciento inferior al de 1990. Recién este año, gracias a un aumento real de los sueldos de los operarios fabriles del 3,5 por ciento, se superará aquella marca. De todos modos, el documento refleja algunas mejoras en la situación laboral. Argentina es una de las pocas naciones de la región donde la tasa de desempleo femenina y de los jóvenes cayó más fuerte que la de los hombres y se redujo la desigualdad entre unos y otros.