Ariel Basteiro fue puesto en funciones como director de Aerolíneas Argentinas en representación del Estado nacional. El dirigente socialista asumió formalmente el cargo ayer durante un acto celebrado en el Ministerio de Economía, en el que prometió trabajar para que se produzcan nuevas inversiones en la aerocompañía.

Basteiro será director Clase A, lo que le otorga un poder de veto sobre las decisiones de la empresa. Desde que el Estado asumió el 5 por ciento de las acciones estaba vacante el cargo, determinante en temas tan diversos como la compra de activos o el levantamiento de escalas.

La noticia –anticipada por Página/12 a inicios de este año– produjo un cimbronazo en el Partido Socialista, que no avaló su incorporación al directorio de Aerolíneas y convocó a un comité de ética para que resolviera si le corresponde alguna sanción.

No obstante ello, en el acto de asunción, desarrollado en el Salón Padilla del Palacio de Hacienda, estuvieron presentes el secretario general del socialismo de la provincia de Buenos Aires, Jorge Rivas, el secretario general de ese partido a nivel nacional, Oscar González, el ex diputado y miembro de la mesa de la conducción nacional, Héctor Polino, y el dirigente Rodolfo Mangas, quien pertenece a la corriente socialismo porteño.

Los gestos de respaldo también provinieron de la dirigencia gremial. Hubo trabajadores de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) –del cual alguna vez Basteiro fue secretario general–, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), entre otros.

Basteiro recibió además una nota de salutación de Hugo Yasky, secretario general de la CTA. Previsiblemente, estuvo de cuerpo presente el secretario general porteño de esa central sindical, su hermano Fabio Basteiro, y el gerente general de Aerolíneas, Esteban Maccari.

Durante el acto también se leyeron los decretos que pusieron en funciones a Javier de Urquiza y Sergio Chodos, uno como secretario de Agricultura, el otro como secretario de Finanzas. Entre la dirigencia política, participaron los ministros Felisa Miceli –única oradora–, de Economía; Alberto Iribarne, de Justicia; Julio De Vido, de Planificación, y la titular del PAMI y una de las impulsoras de Basteiro, Graciela Ocaña.

A los 46 años, el flamante director tiene una extensa trayectoria como gremialista aeronáutico. Acaso por un designio del destino compartió con otros dos dirigentes que hoy están bajo el calor del poder el mayor protagonismo en la lucha sindical del sector. Se trata de Alicia Castro, embajadora en Venezuela, y Ricardo Cirielli, subsecretario de Transporte. Basteiro se inició en Aerolíneas en 1979 como auxiliar de ventas y reservas. Su actividad gremial lo catapultó en 1997 como titular de APA. Y en el 2001 aterrizó en el Congreso como diputado del Partido Socialista. Cuando el año pasado dejó la banca, volvió a Ezeiza. Esta vez como encargado de atenciones especiales de la recepción VIP del aeropuerto.