Paul O’Neill había anunciado su gira de dos días a los países del Mercosur para esta semana. Sin embargo, la seguidilla de escándalos financieros que afecta a las principales compañías norteamericanas y el derrumbe de Wall Street hicieron que modificara sus planes. Por eso, ayer también buscó ahuyentar los fantasmas de su propio territorio. Dijo que la economía norteamericana está sólida y, pese a la crisis bursátil, sigue siendo “la más fuerte del mundo”. En tanto que pronosticó un crecimiento de 3 a 3,5 por ciento para el segundo semestre. Por otro lado, calificó los fraudes contables detectados en Enron, Worldcom, Adelphia y otras empresas como “abusos”. Pero descartó la idea de que sigan un patrón de corrupción generalizada en las grandes empresas norteamericanas. “No creo que haya corrupción patronal generalizada”, aseguró O’Neill, que antes de asumir como funcionario era empresario.