El gobierno de Colombia recalentó las fronteras y tensó las relaciones con Venezuela y Ecuador, luego de asesinar el sábado al número dos de las FARC, Raúl Reyes. Un día después del operativo lanzado por el ejército colombiano en la frontera norte de Ecuador, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, descargó duras críticas contra Bogotá y ordenó el cierre de su embajada en Colombia, así como la movilización de diez batallones a la frontera con ese país. “¡Esto puede ser el comienzo de una guerra en Sudamérica!”, advirtió. El gobierno de Ecuador también se mostró enfadado por lo que anunció la retirada inmediata de su embajador en Bogotá, Francisco Suscum, tras considerar que Colombia había violado su soberanía. La Cancillería dejó trascender la “preocupación y consternación” por lo que fuentes de esa cartera definieron como “la evidente violación de la soberanía territorial de Ecuador”.

Todo comenzó el fin de semana cuando el portavoz y diplomático de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) murió junto a otros 16 rebeldes en un operativo contra su campamento en Ecuador, en lo que analistas calificaron como “un duro golpe” a la guerrilla. Esta es la primera baja dentro de la cúpula insurgente. Pese a que Uribe se apresuró a señalar el sábado que había hablado por teléfono con su par ecuatoriano, Rafael Correa, no pudo evitar el malestar de sus vecinos. Ayer pidió formales disculpas a su colega ecuatoriano.

El primero en demostrarlo fue Chávez, que ordenó movimientos militares en respuesta a lo que calificó como el “cobarde asesinato de un buen revolucionario” y una “invasión a Ecuador”. “Reconocen incluso en su primera declaración haber invadido territorio ecuatoriano, lo cual es una cosa sumamente grave. Señor ministro de Defensa, envíe diez batallones a la frontera con Colombia de inmediato. Batallones de tanques, la aviación militar que se despegue”, dijo el líder venezolano en su programa dominical Aló presidente. “Ecuador está moviendo tropas hacia el norte. Correa cuenta con Venezuela para lo que sea, en cualquier circunstancia”, señaló, después de hablar por teléfono con su par ecuatoriano. “Nosotros no queremos guerra, pero no le vamos a permitir al Imperio ni a su cachorro, que es el presidente Uribe, que nos vengan a debilitar”, advirtió.

Asimismo, Chávez pidió retirar todo el personal diplomático de la embajada Venezuela en Bogotá, y exhortó a su canciller a cerrarla. “Canciller Nicolás Maduro, por favor, cierra nuestra embajada en Bogotá y manda que regresen todos nuestros funcionarios”, ordenó. Si el mandatario venezolano guardó un minuto de silencio por la muerte del dirigente rebelde, al presidente colombiano Alvaro Uribe le dedicó una artillería pesada de acusaciones. “Es un criminal, no sólo un mentiroso, es un mafioso, un paramilitar, que dirige un Estado terrorista”, dijo. “Colombia se ha convertido en el Israel de América latina, hay mercenarios israelíes en Colombia, que han venido a instruir a los mercenarios y militares colombianos”, agregó.

El gobierno ecuatoriano también endureció ayer su postura, luego de llamar a consultas el sábado a su embajador en Colombia al descubrir que el gobierno de ese país había realizado un operativo militar en Ecuador sin aprobación de Quito. Ayer, el gobierno de Correa anunció el retiro inmediato de su diplomático, mientras que las fuerzas armadas de Ecuador se declararon en alerta. “No permitiremos este ultraje; o el presidente Uribe estuvo mal informado y tendrá que sancionar a sus comandantes, a quienes le engañaron, mal informaron y atropellando todo procedimiento internacional, bilateral, incursionaron en nuestro territorio, o sencillamente Uribe mintió”, advirtió el mandatario ecuatoriano.

Las tropas ecuatorianas reforzaron el dispositivo de seguridad en la zona limítrofe y en una investigación en el lugar de los hechos encontraron en Angostura, el campamento clandestino, 15 cadáveres y a tres guerrilleras heridas, que fueron trasladadas a Nueva Loja, la capital de la provincia de Sucumbíos, fronteriza con el departamento colombiano de Putumayo. “Con estupor hemos descubierto que de lo que se trataba era de un campamento temporal de la guerrilla colombiana a dos kilómetros de la frontera con Colombia, dentro de nuestro territorio, y que fueron masacrados mientras dormían”, aseguró Correa.

Sin embargo, el gobierno colombiano rechazó las acusaciones de Ecuador. “Colombia no violó soberanía sino que actuó de acuerdo con el principio de legítima defensa”, aseguró una nota oficial.