La conflictiva independencia unilateral de Kosovo terminó por fracturar al gobierno de Serbia. Ante las diferencias crecientes con la presidencia proeuropea, el nacionalista y prorruso premier serbio, Vojislav Kostunica, renunció y anunció la disolución del gobierno. “El gobierno serbio ya no tiene una política unificada sobre Kosovo. Es el fin del gobierno”, sentenció. Por eso Kostunica prevé discutir hoy la convocatoria a elecciones anticipadas, que se celebrarán posiblemente el 11 de mayo.

No fue la oposición, sino el primer ministro serbio el que salió primero a reconocer la crisis política. Luego de que el 17 de febrero se independizara Kosovo con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), las divergencias se han vuelto insalvables entre el Partido Democrático (DS) del presidente Tadic, que domina la coalición gubernamental, y el Partido Democrático de Serbia (DSS) de Kostunica. Mientras Tadic se opone a la independencia kosovar pero defiende un acercamiento a la UE, Kostunica identifica a Europa y Washington como los principales instigadores de la autonomía de Kosovo.

No obstante, el premier no fue el único que admitió la parálisis política. También lo hizo su socio. “No está en condiciones de dirigir el gobierno”, dijo Tadic en referencia a Kostunica. “Convocaré a elecciones”, ratificó. De llevarse a cabo los comicios, podrían convertirse en un plebiscito para dirimir si Serbia quiere seguir el curso proeuropeo, que tomó hace casi ocho años. La crisis que comenzó casi un mes atrás terminó de estallar en los últimos días, cuando el opositor y ultraconservador Partido Radical Serbio (SRS) propuso al Parlamento una resolución para que Serbia no ingresara a la UE, si Bruselas no confirmaba la integridad territorial del país, con Kosovo incluido. El oficialista DSS anunció su apoyo a la propuesta, pero Tadic se opuso de inmediato por considerar que alejaba al país de Europa.