El gobernante Frente Amplio conmemoró ayer en el centro de Montevideo su primer acto masivo, realizado en 1971. Bajo la consigna “37 años con la gente”, la coalición de centroizquierda convocó a toda su militancia para presenciar el discurso de ocho oradores. Los mensajes más esperados fueron el del senador ex tupamaro José Mujica y el ministro de Economía, Danilo Astori. Los dos dirigentes, uno del Movimiento por la Participación Popular (MPP) y el otro de Asamblea Uruguay, son los candidatos más firmes para integrar la fórmula presidencial de la izquierda en 2009.

Para algunos medios el acto de ayer fue considerado como el lanzamiento de la campaña del Frente Amplio para las próximas elecciones. Tal vez por eso los oradores de las ocho fuerzas representadas, salvo la izquierda radical del frente que no tuvo expositor, se mostraron más unidos que nunca en la explanada municipal de la intendencia de Montevideo. Frente a miles de personas que coparon el sitio, la sucesión de dirigentes se dedicó anoche a fortalecer la unidad de sus filas. Esa vocación se observó en la ausencia de matices a la hora de las intervenciones.

Treinta y siete años después de su primer acto de masas, el Frente Amplio volvió a demostrar su poder de convocatoria, que poco tuvo que envidiarle a la concentración setentista. Uno de los oradores principales de la jornada fue el ministro de Economía Astori. Aunque dentro del Frente es catalogado como el representante del sector más conservador, ayer Astori intentó mostrar otra imagen. “Ya podemos iniciar la transformación revolucionario de este país”, agitó.

Luego siguió el presidente del Frente, Jorge Brovetto, y al cierre de esta edición le tocó el turno al senador Mujica. Brovetto y Mujica fueron hasta comienzos de este mes ministros de Educación y de Ganadería, Agricultura y Pesca, respectivamente. Pero en una renovación reciente de medio gabinete que impulsó el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, los dos líderes debieron abandonar el gobierno. Aunque Vázquez dijo que el recambio fue para incorporar a la juventud, la izquierda radical del Frente interpretó la medida como un respaldo a Astori, que permaneció dentro del gabinete, y un cambio hacia la derecha en la política exterior.