Mar 17.09.2002

EL MUNDO  › SADDAM AUTORIZO EL REGRESO DE LOS INSPECTORES

El eterno retorno a Irak

Como parte de una táctica repetida en los últimos años, el gobierno iraquí permitirá el regreso de la ONU a su país para evitar el comienzo de los planes de guerra de la Casa Blanca.

Pasan los gobiernos en Estados Unidos, pasan los conflictos, pero siempre con Irak, desde la Guerra del Golfo, se vuelve sobre un punto: las inspecciones de armas. A través de una carta del canciller iraquí al secretario general de la ONU, Kofi Annan, Saddam Hussein dio luz verde para que vuelvan los inspectores de armas químicas y bacteriológicas “sin ningún tipo de condiciones”, luego de varias negociaciones entre funcionarios de la ONU, la Liga Arabe y de gestiones británicas para operar de polea de transmisión entre la Casa Blanca y el resto de los países nucleados en Naciones Unidas. El anuncio de Saddam Hussein es una repetición de anuncios anteriores en una historia que comienza después de la Guerra del Golfo. A pesar de que este anuncio es la prenda con la que la ONU pensaba frenar las intenciones guerreras de la Casa Blanca, desde Estados Unidos la respuesta fue clara: “Esta es una táctica para dar falsas esperanzas a la comunidad internacional”, dijo el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Bartlett. “No se trata de una cuestión de inspección de armas, sino del desarme de Irak”, completó.
Entre el domingo y el lunes, Saddam se reunió tres veces con su gabinete y con el comando del Consejo de la Revolución, algo que no hace habitualmente. El anuncio fue haciéndose por etapas y a través de distintos voceros. Primero fue el canciller francés, Dominique de Villepin, quien desde Nueva York declaró que Irak iba a hacer “un anuncio muy importante”. Después, funcionarios de la ONU dijeron casi lo mismo. El secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, anunció que el regreso de las inspecciones podía considerarse como un asunto “muy avanzado”.
Finalmente, el canciller iraquí, Naji Sabri, le dio, en presencia de Mussa, la carta a Annan. Dice que Irak “reitera la importancia de los compromisos del Consejo de Seguridad y de la ONU de respetar la soberanía, integridad territorial e independencia política de Irak”, y que a pedido expreso de Kofi Annan se permitirá el regreso de los inspectores de la ONU para “eliminar todas las dudas que existen de que Irak todavía posee armas de destrucción masiva”. Agrega que Irak “está preparado para hablar sobre los arreglos necesarios para la inmediata reanudación de las inspecciones”.
La decisión de Bagdad se produjo después de un día de intensa actividad diplomática del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, quien trató el conflicto de Irak con más de una treintena de países, entre ellos tres miembros actuales del Consejo de Seguridad, Siria, México y Colombia. El mismo Powell había dicho anteayer, anticipándose al anuncio, que el tema de las inspecciones no podía tomar mucho tiempo de negociaciones y que “tienen que volver ya, y hacer lo que quieran cuándo y dónde quieran”. Bartlett aclaró que “por desgracia, más de una década de experiencia demuestra que se puede confiar muy poco en las palabras de Saddam”.
Tras la Guerra del Golfo, la ONU exigió a Irak la “eliminación incondicional” de sus armas de destrucción masiva. En 1991, el Consejo de Seguridad de la ONU impuso al país del Golfo los controles de la UNSCOM, cuyos inspectores abandonaron el país en 1998, tras innumerables dificultades en su tarea. Con diferentes argumentos, el gobierno de Bagdad siempre se negó a cooperar con el equipo de inspectores. La escalada final sobrevino en 1998, cuando Saddam se negó a que fuera examinado su palacio presidencial. Estados Unidos y Gran Bretaña reaccionaron con nuevos ataques aéreos, y Saddam expulsó a los inspectores definitivamente.
Para aliviar la crítica situación de la población civil, las sanciones fueron relajadas en 1995 con el programa “Petróleo por Alimentos”, que permite a Irak exportar crudo mientras las divisas sean utilizadas para satisfacer necesidades básicas de sus habitantes. Ahora, la sucesora de la UNSCOM, la UNMOVIC (Comisión de Control de Armas de las Naciones Unidas para Irak) será la encargada de volver. Pero Saddam siempre ha utilizado el tema de los inspectores según el juego del gato y el ratón, buscando explotar las diferencias entre Estados Unidos y Gran Bretaña con el restode los países del Consejo de Seguridad (Francia, Rusia y China). Habrá que ver si esta vez le funciona.

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