Faltan cinco días para los comicios en Alemania y las encuestas lo ubican bastante mal al candidato conservador Edmund Stoiber (foto). Entonces, decidió recurrir a lo que no quería: el miedo a la inmigración. La semana pasada, durante el debate sobre los presupuestos en el Bundestag, Stoiber aludió por primera vez al problema de la inmigración. Pero ayer el ministro del Interior de Baviera, Günther Beckstein, de la CDU y el jefe del gobierno del Sarre, Peter Müller, dijeron que la derecha quiere más medidas restrictivas para los inmigrantes, culpables del desempleo en Alemania. El actual ministro del Interior, Otto Schilly, responsable de las políticas de inmigración del actual jefe de gobierno Gerhard Schroeder, dijo que no hace mucho ardían en Alemania albergues de refugiados y asilados y tachó por ello de estrategia irresponsable “este lamentable intento de evitar una inminente y humillante derrota”. Además, el Financial Times de Londres pidió ayer en un editorial que los alemanes votaran al conservador Edmund Stoiber, en otro signo de desesperación. Stoiber y Schroeder están parejos en las encuestas, pero el socialdemócrata viene en alza.