EL MUNDO › LA EX PRIMERA DAMA ES FAVORITA EN WEST VIRGINIA
La precandidata dijo: “El próximo presidente (...) si es que a él le importa... si es que a ella le importa”, corrigiéndose de inmediato. A Clinton, la carrera por la nominación demócrata con Obama se le volvió cuesta arriba.
› Por Leonard Doyle *
Los sondeos muestran que Hillary Clinton se encamina hoy a una clara victoria en West Virginia, pero un desliz verbal de la precandidata pareció indicar que las dudas sobre sus pobres chances de alcanzar a Barack Obama comienzan a echar raíces. “Todos esos temas que se tocan en la mesa, y de los que la gente me habla, son cosas sobre las que el próximo presidente realmente puede hacer algo”, dijo Clinton anoche en un acto, “si es que a él le importan”, añadió. La frase flotó en el aire. “Mejor dicho, si es que a ella le importan”, se corrigió rápidamente.
Llovía a cántaros en Grafton, esta ciudad ferroviaria venida a menos, mientras unos pocos cientos de partidarios acérrimos de Clinton esperaban pacientemente un apretón de manos, un autógrafo o hasta una rápida foto con la aspirante a presidenta de Estados Unidos. En una gira de campaña por las montañas de West Virginia, ella no los decepcionó y pronto estaba firmando su nombre en gorros de béisbol entregados por los lobbistas que llevaban el logo “Carbón limpio”. Los voluntarios estaban parados en las esquinas, donde los camiones que pasaban tocaban bocina demostrando su apoyo, revelando una veta del desafío de la montaña en una parte del país donde las posibilidades del fracaso pueden ser abrumadoras.
La ciudad de Grafton, predominantemente blanca y de clase trabajadora, es región natural de Hillary. Tiene una orgullosa tradición militar y está fuertemente a favor de las armas y la religión. También es extremadamente pobre y un informe reciente reveló que la expectativa de vida de las mujeres estaba declinando en partes de Appalachia. No todos en Grafton son devotos de Clinton. La campaña del rival Barack Obama alquiló un negocio pequeño por una semana. Ahí, el veterano de la fuerza aérea Bill Spears, de 72 años, estaba recogiendo una bandera de Obama para colocarla en el jardín del frente de su casa. Este extraño republicano en un estado gobernado por demócratas durante 100 años dijo: “Aunque se postulara para la perrera del Condado Taylor, yo no la votaría”.
Lo que una vez fue un centro ferroviario bullicioso, Grafton, como las aspiraciones presidenciales de Clinton, ha visto tiempos mejores. La calle principal es una sombra de sí misma gracias a Wal-Mart en los suburbios. El hotel del ferrocarril ha estado cerrado durante años y hasta las vías son cambiadas por guardafrenos a 1600 kilómetros de distancia. Cuando un convoy de vehículos escoltó a Clinton a la ciudad, era una sombra de las largas caravanas que una vez acompañaron sus paradas de campaña.
Aunque se espera que gane hoy en las primarias de West Virginia por un amplio margen, la victoria será muy pequeña y muy tardía para cambiar las cosas. Obama seguirá siendo el presunto nominado del Partido Demócrata. Clinton está luchando animadamente por las cinco primarias que quedan, aunque no tiene una real esperanza de ganar la nominación. En lugar de estrellarse contra la tierra, su campaña presidencial está volando hasta el final. Su viaje a Grafton era más un agradecimiento nostálgico que una manifestación demagógica, y cuando habló, su tono era medido y conciliatorio.
Esto fue todo en contraste con los tonos agudos de hace unas pocas semanas, cuando en la víspera de la primaria de Pennsylvania amenazó con “borrar” a Irán si atacaba a Israel. Aquí, en Grafton, ni siquiera mencionó a su adversario y casi no se preocupó en alentar a sus partidarios a que votaran. Dentro de la restaurada estación, ahora un museo del ferrocarril, una Clinton más suave estaba en exhibición. La semana pasada había insistido en que ella sola podría llenar la necesidad de los “trabajadores votantes blancos” para ganar la elección presidencial en noviembre. Una Clinton más pragmática parece ahora aceptar que, salvo que un rayo fulmine a su adversario, ella no será la nominada del partido.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux