El líder del tradicional izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio “Lula” Da Silva es actualmente el favorito para las presidenciales del seis de octubre. Pero los inversionistas siguen vacilando. Entonces, se diseñó una solución original: el 3 de octubre, tres días antes de las elecciones, el candidato petista lanzará, junto a agentes de la Bolsa de Valores de San Pablo, su carta “antídoto” como refirió el diario Folha de S. Paulo, para disipar la nube de escepticismo sobre un futuro negro si Lula es el vencedor.
La idea del documento se gestó durante la visita de Lula a la Bolsa paulista el cinco de agosto, según señaló ayer la Folha. En esa ocasión, Lula fue presentado por el presidente de la entidad, Raymundo Magliano Filho, como “el próximo presidente” de Brasil. Pese a que el documento se centra en iniciativas para revitalizar a la Bolsa de Sao Pablo, que opera en un volumen de negocios menor a la media histórica por la fuga de inversores, el PT considera que puede aumentar la confianza en Lula en vísperas de las elecciones. Humberto Casagrande, miembro de la Asociación Brasileña de Analistas del Mercado de Capitales, que forma parte del grupo que discute el documento dijo que “Lula mostró que está dispuesto al diálogo”.
El PT intenta separarse de las acusaciones forzadas que vinculan su ascenso en intención de votos con la subida del dólar de esta semana, esto es, el llamado “factor Lula”. La posibilidad cada vez más cercana de que Lula sea el vencedor motorizó las alarmas en los mercados, pese a que el candidato petista ha aggiornado su programa de gobierno en esta cuarta vez que se postula a presidente. Lula ha tratado de granjearse la confianza de los mercados con iniciativas como la divulgación de una “Carta al Pueblo Brasileño” en la que se comprometió a respetar los compromisos del gobierno con la comunidad financiera internacional. De la misma forma, el mes pasado apoyó al nuevo acuerdo con el FMI que puso a disposición del país un blindaje financiero de 30.000 millones de dólares.
Pero según un sondeo del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) divulgado ayer Lula está en un 39% de predilecciones de voto –una caída de dos puntos porcentuales respecto a la anterior compulsa–; y el candidato oficialista José Serra se mantiene en segundo lugar con un 19%. A lo mejor la Bolsa le da a Lula el empuje que falta.