Los campesinos de Chuquisaca se declararon en emergencia y amenazaron con iniciar bloqueos en contra del racismo. La reacción se produjo luego de que el sábado pasado al menos 20 quechuas fueran obligados a desnudarse y arrodillarse en una plaza céntrica de Sucre. Mientras la oposición se prepara para ir a un referendo autonómico el próximo domingo en Beni y Pando, el presidente aymara Evo Morales y la Iglesia denunciaron los ataques en los que también fueron agredidos soldados y una periodista estuvo a punto de ser quemada viva. “Se perdió el estado de derecho en Sucre, donde estamos en situación de tensión y terror por el (opositor) Comité Interinstitucional de Chuquisaca”, alertó el sacerdote Rafael García.

La violencia de la oposición levantó a los campesinos. Ayer pidieron la cabeza del presidente del Comité Interinstitucional y rector de la Universidad de San Francisco Xavier, Jaime Barrón, y de la directiva del Comité Cívico de ese departamento, a quienes responsabilizan por las agresiones del fin de semana. Asimismo, exigen que el Ministerio Público identifique a los autores de las agresiones y la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para erradicar el racismo de Sucre.

El sábado pasado jóvenes universitarios hostigaron en la zona de El Abra a columnas que acudían a un acto en el estadio Patria, en el que hablaría el presidente Evo Morales. Al menos 20 personas fueron tomadas como rehenes, obligadas a quitarse la ropa primero y arrodillarse frente de la Casa de la Libertad después, por lo que Morales debió suspender su visita.

Esteban Urquizu, el secretario ejecutivo de la federación que agrupa a los campesinos, se mostró indignado y advirtió que podrían tomar represalias. “(Deben) abstenerse de ir a los distritos (del interior de Chuquisaca), porque nosotros no nos responsabilizamos de las consecuencias”, señaló en un mensaje a las autoridades de Sucre y a la candidata cívica a la Prefectura, Sabina Cuéllar. Por su parte, el dirigente campesino del Chaco chuquisaqueño, Vilfredo Camacho, sostuvo que junto a representantes guaraníes decidieron iniciar bloqueos de rutas y cerrar las válvulas de gas del campo Vuelta Grande.

La violencia en Sucre no es nueva. El sacerdote de Sucre Rafael García precisó que el régimen de terror se apoderó de la ciudad hace un año, después de que el Comité Interinstitucional se organizara para la demanda de la capitalidad plena que planteó el traslado de la sede de gobierno de La Paz a Sucre después de 107 años.

Ayer, el gobierno repudió los hechos del sábado, que calificó de “racistas” y “xenófobos”, y responsabilizó a la oposición. No obstante, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, intentó calmar a los campesinos enfurecidos por la humillación. “No inicien un bloqueo de caminos y eviten responder con violencia a la violencia”, dijo.

En tanto, la alcaldesa de Sucre y dirigentes cívicos que previamente al acto del 24 de mayo en Sucre exigieron que Morales no concurriese, mientras invitaban a los dirigentes opositores de la media luna (Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando), pidieron disculpas a los campesinos. En cambio, el vicepresidente del Comité Cívico, Jhon Cava, se desvinculó de los hechos.