EL MUNDO › MILAN, ROMA Y NAPOLES TENDRAN PODERES ESPECIALES
El ministro del Interior de Italia anunció como primera medida de control un censo exhaustivo de todos los campamentos de inmigrantes. Denuncian que habrá persecuciones.
› Por Miguel Mora *
Desde Roma
“Antes de fin de año resolveremos el problema de los campamentos gitanos abusivos, lo cual significa que se respetarán las leyes.” El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, anunció ayer que el Consejo de Ministros aprobará al día siguiente otorgar a los prefectos de Milán, Roma y Nápoles poderes especiales para afrontar la llamada emergencia gitana. La primera medida será hacer un censo exhaustivo de los habitantes de los campamentos. Para ello, Interior movilizará a todos los prefectos de Italia: “Quiero saber cuántos campamentos hay provincia por provincia, y quién está dentro”, afirmó Maroni.
Varias ONG y organismos internacionales han recordado en las últimas semanas que nombrar comisarios especiales para tratar los problemas de las minorías sólo ayuda a perpetuar la discriminación de esos grupos. Amnistía Internacional y la Liga Antidifamación han alertado de que Italia corre el riesgo de “ignorar el principio de responsabilidad individual” al legislar de manera específica sobre “grupos y minorías según su nacionalidad, su etnia o el sitio donde viven”.
Pero Maroni avanza según el plan anunciado. Desde Jerusalén, donde participaba en el Foro Internacional de Seguridad, afirmó que cada ciudad italiana deberá adoptar planes para elaborar el censo de habitantes de etnia gitana y anticipó que la normativa, que se conocerá mañana, “derogará algunas leyes vigentes”.
El ministro comentó que en los campamentos gitanos “hay gente de bien que vive en condiciones miserables, y muchos menores de edad. Naturalmente –añadió–, no entraremos con las excavadoras y los destruiremos, pero hace falta encontrar una solución”. Según los datos del Viminale, hay 152.000 roma viviendo en Italia, de los cuales el 37 por ciento son italianos. Opera Nómada eleva la cifra a 160.000 y señala que el número de italianos supera la mitad. Al menos el 50 por ciento del número total de roma son niños y adolescentes, y la mayoría han nacido en suelo italiano.
Najo Adzovic, representante del campamento más grande de Roma, Casilino 900, manifestó ayer su oposición frontal a las medidas. “Lo del censo es sólo una farsa, una excusa para meter el miedo a la gente, tratar de alejar a las familias y realizar expulsiones masivas”, dijo. Según Adzovic, la comunidad roma está en este momento más desprotegida que nunca, porque algunas asociaciones que median entre esta minoría y el Ayuntamiento de Roma “están más dedicadas a hacer política para obtener la renovación de sus contratos que a defender nuestros intereses”. Por otro lado, Maroni ha mostrado su preocupación por el posible regreso a Italia de un “clima de violencia política” como el que sufrió el país en los años setenta.
Tras el enfrentamiento entre grupos de jóvenes neofascistas y de izquierdas vivido esta semana en la Universidad de la Sapienza de Roma, el ministerio está analizando muy de cerca lo sucedido: “Se trata de las primeras señales, condenables más allá del color, pero la atención es máxima”, dijo Maroni.
* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.
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