Mientras Barack Obama ya se presenta ante sus simpatizantes como el candidato demócrata, Hillary Clinton sigue con su cabeza en la campaña y, con el apoyo de Ricky Martin, espera ansiosa un triunfo el domingo en Puerto Rico. Además, la senadora neoyorquina se juega los cruciales votos de Florida y Michigan, los dos estados que fueron sancionados por el Partido Demócrata por adelantar la fecha de sus primarias sin permiso.

A tres días de las primarias en Puerto Rico y a cinco del final de la lucha electoral demócrata, Obama se identificó por primera vez como el candidato presidencial de su partido. En una carta dirigida a sus contribuyentes, el joven senador de Illinois pide que no esperen hasta el martes para empezar a trabajar para su candidatura presidencial. “Nos tenemos que preparar para luchar contra John McCain”, escribió Obama en el e-mail. Sin embargo, en su comando sostienen la decisión de esperar hasta el resultado de la última primaria. Según los principales medios estadounidenses, Obama les ordenó a todos sus asesores mantener silencio para no irritar a los seguidores de Clinton y perder sus votos para noviembre.

Pero Clinton no se rinde. Mañana en Washington DC los responsables de Reglamento y Normas del Comité Nacional Demócrata se reunirán en un hotel de la capital norteamericana para discutir qué hacer con los votos de Florida y Michigan. El presidente del partido, Howard Dean, quiere hacer valer su decisión y mantener la sanción, que anuló las primarias en esos dos estados y eliminó los 368 delegados que hubieran llevado a la Convención Nacional en agosto.

Clinton y sus aliados partidarios harán un último esfuerzo por recuperar esas victorias (Obama no participó) y pelearle la mayoría de delegados electos al senador de Illinois Obama. Según el New York Times, el comité admitiría la mitad de los delegados, decisión que según el diario favorece y mucho a Obama, porque Clinton los necesita a todos para tener alguna chance.

Mientras tanto, el domingo en Puerto Rico la senadora neoyorquina demostrará sus buenas migas con la comunidad hispana y, según las encuestas, se impondrá sin problemas. Ya tiene el apoyo de dirigentes demócratas locales, de líderes sociales y ayer sumó el de un referente mundial de la isla, el cantante Ricky Martin.

De todas formas, la mejor noticia que recibió ayer Clinton vino de la encuestadora Pew. Según su último sondeo, ella sería la mejor opción para enfrentarse a McCain en noviembre. De ser la candidata, ganaría 48 por ciento a 44 por ciento de los votos. Si fuera Obama, la diferencia sería de tres puntos porcentuales.