EL MUNDO › RECIBIó A PUTIN EN PARíS CON HONORES Y EVITó HABLAR DE LOS DERECHOS HUMANOS EN RUSIA
A diferencia de Sarkozy, que mantiene una relación distante con el presidente ruso, Chirac prioriza los negocios con Moscú.
› Por Eduardo Febbro
Desde París
No hay nada más indestructible que la amistad. El ex presidente ruso Vladimir Putin, hoy primer ministro, ofreció una emotiva demostración sobre la lealtad a sus amigos de antaño. Putin realizó una visita oficial a Francia, la primera que lleva a cabo a un país occidental después de que se bajó del pedestal de la presidencia rusa para subirse por otra escalera al mismo puesto, pero sin que se note demasiado y no violar así la Constitución. En el segundo y último día de su estadía en Francia, Putin visitó al ex presidente francés Jacques Chirac, un gran amigo de Rusia que supo guardar un prolongado silencio ante las aterradoras violaciones a los derechos humanos cometidas al amparo de los dirigentes de Moscú.
El reencuentro entre Chirac/Putin fue tanto más emblemático cuanto que Chirac, criticado con virulencia en el pasado por su postura conciliadora con Vladimir Putin, es la antítesis del actual jefe del Estado francés, Nicolas Sarkozy. Sarkozy ha arremetido con reiterada saña contra los desarreglos rusos y ello le valió una recepción de glaciares durante la visita que realizó a Moscú hace unos meses. En recompensa a la inalterable amistad, Chirac irá a Rusia el 12 de junio próximo para recibir el Premio de Estado, la condecoración rusa más importante que otorga Moscú. Según dijo Putin en París, esta distinción “traduce toda la importancia que otorgamos a tu acción en el campo de la cooperación franco-rusa”. Chirac no perdió la memoria y afirmó que los últimos diez años fueron “incontestablemente grandes años para Rusia”. El ex jefe de Estado francés, que conoce las cuerdas sensibles de la llamada “alma rusa”, destacó que “no puede haber equilibrio en el mundo sin una Rusia fuerte”. Además de indestructible, la amistad también soporta muchas contradicciones. Por ejemplo, en septiembre de 2006 Chirac asumió todo el peso de las críticas que se levantaron cuando el entonces presidente francés condecoró a Putin con la Legión de Honor, una de las más altas distinciones francesas. Es oportuno traer al presente otro detalle: en septiembre del año pasado, Chirac visitó a Putin en la residencia que éste tiene en Sochi, a orillas del mar Negro. En ese encuentro también estaba otro gran amigo del gas ruso, perdón, ¡qué error!, no del gas sino de Rusia: se trata del ex canciller alemán Gerhard Schroeder, un estrecho amigo de Putin profusamente criticado por haber aceptado asumir la presidencia de un consorcio germano-ruso controlado por ese gigante de los hidrocarburos que es la empresa rusa Gazprom. Dicho consorcio está encargado de la construcción de un gasoducto en el mar Báltico.
Estas amistades gasíferas estrechan los lazos a niveles casi místicos. Es legítimo resaltar que, pese al recibimiento distante de que fue objeto cuando Sarkozy estuvo en Moscú, Francia lo recibió ahora con todos los honores. Pero nadie escapa a sus problemas, por más amigos que se tengan en el mundo. En una carta hecha pública al margen de su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo, Amnistía Internacional criticó esta semana la continuación de las violaciones a los derechos humanos en Rusia. François Fillon, el primer ministro francés, dijo no obstante que en materia de derechos humanos se estaba en una “dinámica de progreso”. Y sobre el mismo tema Putin fue más vehemente: “Los miedos sobre la situación de los derechos humanos en Rusia son exagerados” y constituyen “un instrumento de presión”. Y para despejar las dudas sobre ese tema, citó la “situación en las cárceles francesas”, donde “hay muchos problemas”. Tal vez haya en Moscú el equivalente ruso de ese tango que dice “los amigos se cotizan en las buenas y en las malas”.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux