EL MUNDO
Aún esperando informes del comandante FAChista
El general Patricio Ríos, jefe de la Fuerza Aérea Chilena (FACh), se mantenía hasta ayer sin cumplir los pedidos del presidente, y la puja entre ambos prosigue.
En un país normal, la insubordinación del jefe de la Fuerza Aérea ante el jefe del Poder Ejecutivo ya habría terminado con la destitución del jefe de la Fuerza Aérea. Pero Chile no es del todo un país normal, o por lo menos su Constitución –fabricada por el distinguido jurista Augusto Pinochet Ugarte, y que establece que los jefes de las Fuerzas Armadas no pueden ser removidos por el presidente civil– ciertamente no lo es. Entonces, la tensión entre el presidente Ricardo Lagos y el general Patricio Ríos, jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) se mantuvo ayer, cuando el gobierno negó que el mandatario haya recibido un nuevo informe de Ríos sobre subalternos suyos involucrados en violaciones a los derechos humanos.
“El presidente de la República, hasta el día de hoy, sábado, no ha recibido todavía el informe que ha sido solicitado al comandante en jefe de la Fuerza Aérea”, señaló el secretario general de gobierno, Heraldo Muñoz, ante consultas periodísticas. En medio de las presiones para que renuncie a su cargo, el general Ríos entregó un primer informe el martes pasado, pero Lagos lo rechazó por “insuficiente”. El mandatario exigió al jefe militar un segundo documento que aclare la presunta reorganización de un Comando Conjunto, que secuestró a algunos de los 1.198 desaparecidos bajo la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990). El diario El Mercurio informó ayer que ese nuevo informe fue entregado el jueves y que el presidente lo volvió a rechazar por “incompleto”, pero en su calidad de vocero gubernamental Muñoz afirmó que eso “es falso, de falsedad absoluta”. Según otras fuentes cercanas a la presidencia, sólo fue conocido por la ministra de Defensa Michelle Bachelet, que habría comunicado telefónicamente su contenido al mandatario, quien consideró que no responde a las preguntas planteadas por el gobierno al comandante en jefe.
El general Ríos se situó en una incómoda posición ante el gobierno cuando aseguró que Lagos y su antecesor, el presidente Eduardo Frei (19942000), fueron informados de que la esposa del general Patricio Campos y otros miembros de la Fuerza Aérea enfrentaban acusaciones por su responsabilidad en la desaparición de opositores a la dictadura de Pinochet. Lagos desmintió esa versión el martes, durante una ceremonia en la que participó el general Ríos, donde advirtió que la sociedad chilena “sabe exactamente distinguir cuándo le están queriendo pasar gatos por liebres”, porque es “una sociedad con la que no se juega, porque es una sociedad madura”. Y, de acuerdo al matutino La Tercera, Ríos no tendría “ningún apoyo interno” de su arma para enfrentar la presión que surgió desde el oficialismo en pos de su renuncia.