EL MUNDO › TRAS UNA DéCADA DE REINADO DEL GENERAL PERVEZ MUSHARRAF
El nuevo presidente ganó las elecciones el último sábado, con más del 70 por ciento de los votos del Parlamento. Ayer se convirtió en el sucesor de Musharraf, un aliado clave de EE.UU. en la región en su “lucha contra el terrorismo”.
Pakistán tiene nuevo presidente. Asif Alí Zardari, viudo de la ex primera ministra Benazir Bhutto, juró el cargo ayer, tres semanas después de la renuncia forzada de Pervez Musharraf. De esta forma se convirtió en el decimocuarto mandatario en la historia del único país musulmán que posee la bomba atómica. Tras la toma de posesión, brindó una conferencia de prensa conjunta con el presidente afgano, Hamid Karzai, con quien prometió trabajar para luchar contra el terrorismo.
Los simpatizantes de Zardari recibieron a su líder en el palacio presidencial de Islamabad, con gritos de “larga vida a Bhutto”, entre importantes medidas de seguridad. Flanqueado por el primer ministro, Yusuf Razí Guilani, el flamante mandatario juró defender la Constitución nacional. “Traeré a Pakistán la verdadera fe y la lealtad”, dijo en la ceremonia transmitida en directo para toda la nación. “Que el Todopoderoso Alá me guíe y me ayude, amén”, concluyó entre aplausos. El gran ausente en la jura fue el ex primer ministro Nawaz Sharif, líder de la Liga Musulmana-N y socio del Partido del Pueblo Paquistaní (PPP), de Zardari, hasta fines de agosto.
El nuevo presidente ganó las elecciones el último sábado, con más del 70 por ciento de los votos del Parlamento y de las cuatro asambleas provinciales del país. Ayer se convirtió en el sucesor de Musharraf, un aliado clave de Estados Unidos en la región en su “lucha contra el terrorismo”. El 18 de agosto, tras nueve años de dictadura, Musharraf fue obligado a renunciar por la nueva coalición que surgió en los comicios legislativos de febrero.
La ceremonia de asunción terminó con un acto militar en el que Zardari pasó revista a las tropas. Entre el público había representantes de la política, del ejército, jueces y diplomáticos. También estaba el presidente Hamid Karzai, cuya presencia supuso un gesto de reconciliación de las maltrechas relaciones entre los dos países vecinos. Tras la ceremonia, ambos mandatarios hablaron juntos a la prensa.
“Acepto humildemente la presidencia de Pakistán en el nombre de Benazir Bhutto”, dijo Zardari, en un discurso con constantes alusiones al legado de su esposa, asesinada el año pasado en un atentado. “Estamos en el ojo de la tormenta. Considero que eso es una oportunidad. Tenemos la intención de llamar al mundo a unirse a nosotros para desarrollar a Pakistán y también para cambiar el futuro de nuestros vecinos”, sostuvo.
Después de destacar que su equipo desarrolló un plan global para luchar contra el terrorismo, Zardari hizo hincapié en la necesidad de combatir esa problemática junto a Afganistán. “Somos más grandes que el terrorismo. Hemos tenido problemas y los seguiremos teniendo, pero tenemos que permanecer juntos”, dijo.
Cuando le tocó el turno de hablar, Karzai destacó la calidad del primer contacto con el flamante presidente y le tiró flores. “He hallado en el presidente Zardari una voluntad comprensiva y una visión como nunca había percibido hasta ahora, tanto sobre las relaciones entre los dos países como sobre la región”, sostuvo. Pero pidió concentrar la lucha contra “los objetivos correctos”, en alusión a los refugios de los insurgentes y no contra las áreas civiles.
En los últimos meses hubo duros cruces entre ambos países. Para el gobierno de Kabul, las milicias talibán que operan en su territorio cuentan con apoyo en sectores del ejército y los servicios secretos paquistaníes. Por su parte, en Islamabad sostienen que las autoridades afganas y las tropas internacionales que las apoyan empujaron a los talibán y a la red Al Qaida hacia su territorio.
Desde los atentados contra las Torres Gemelas, en 2001, Pakistán recibe miles de millones de dólares de ayuda. Precisamente a esta colaboración de Musharraf con la Casa Blanca se le atribuye la intensificación de la actividad terrorista en el país. Ayer, el presidente George Bush aseguró que brindará al gobierno de Zardari todo su respaldo. “Prometí el apoyo total del gobierno estadounidense en tiempos en que Pakistán está combatiendo a los terroristas y extremistas en las zonas fronterizas”, dijo Bush desde Washington.
Durante el gobierno de su esposa, Zardari fue apodado “señor diez por ciento”, por supuestas prácticas de corrupción. Por cargos que van desde prácticas espurias hasta el asesinato, el nuevo mandatario purgó once años de prisión, aunque nunca recibió una condena firme.
Tras la jura de ayer, el presidente anunció que su primer viaje oficial será a China, probablemente la próxima semana. También prometió reducir el presupuesto destinado a la presidencia y ordenó a los ministros que no gasten dinero público para colocarle anuncios de felicitación en la prensa.
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