EL MUNDO › PREOCUPADO POR UNA CAIDA EN LAS ENCUESTAS, EL CANDIDATO DEMOCRATA LANZO UNA OFENSIVA MEDIATICA
Un nuevo aviso retrata al candidato republicano como pasado de moda y se burla de la falta de familiaridad con los correos electrónicos, sus pocos conocimientos de economía y su propuesta para recortarles impuestos a los ricos.
› Por Leonard Doyle *
Desde Washington
Barack Obama salió al ataque ayer en un esfuerzo por arrancarle la bandera de “cambio” y “reforma” a John McCain, cuya vigorizada campaña presidencial lo está acercando a la cabeza de las encuestas. Una nueva publicidad televisiva agresiva contiene secuencias poco halagadoras de McCain hablando en una audiencia del Congreso a comienzos de la década del ‘80.
Su cabello está algo largo, tiene unos anteojos enormes y un traje color pálido que, a los ojos de hoy, parece muy moderno. El aviso se burla de la falta de familiaridad de McCain con las nociones básicas de los correos electrónicos, sus pocos conocimientos de economía y el recorte de impuestos de 200 mil millones de dólares que planea para los peces gordos si resulta electo.
El aviso está intercalado con fotos de las primeras computadoras, un cubo Rubik, un globo de espejos y discos long play. Cierra con el senador McCain parado al lado de George Bush en la Casa Blanca junto con el siguiente mensaje: “Después de un presidente que no se comunicaba con el pueblo, no podemos darnos el lujo de tener más de lo mismo”. McCain admitió que confía en su mujer, Cindy, y en su equipo de campaña para que revisen las páginas web y que no domina el correo electrónico.
La lucha de Obama llega mientras la campaña de McCain sigue aventajándolo. Conocido como un disidente, McCain consiguió apropiarse prolijamente del mantra del cambio al nombrar a la no testeada, pero reformada mentalmente, gobernadora de Alaska en su primer mandato, Sarah Palin, como su compañera de fórmula. Su enorme popularidad con los votantes blancos entre los americanos medios hace que sea muy difícil atacarla. Como resultado, la campaña de Obama está perdiendo altura, especialmente en los estados oscilantes, como New Hampshire, donde el senador de Illinois estaba haciendo campaña ayer. También estaba dando entrevistas en los canales locales de televisión en cinco estados.
Un nuevo tema es exigir igual paga para las mujeres, algo que resonó con los partidarios de Hillary Clinton. Pero volverse negativo es una estrategia igualmente riesgosa para Obama, cuyo gran atractivo proviene justamente de surgir por encima de las políticas partidarias. Los demócratas han sido muy cuidadosos en no atacar a Palin directamente. En un foro en Nueva York esta semana, Obama incluso aceptó que los alcaldes de las pequeñas ciudades de Estados Unidos tienen la tarea más dura en el país, mientras él minimizaba el trabajo del Senado. “Charlamos en el Senado”, dijo. “Ellos realmente tienen que llenar baches, podar árboles y asegurarse de que se recoja la basura.”
La televisión comercial que se burla de McCain como alguien que no está en contacto con su gente, un anticuado iletrado en computación, fue el golpe más fuerte del candidato demócrata a su adversario. Marca un nuevo espíritu de lucha. Preocupado porque ahora la campaña pueda ser acusada de discriminadora, un vocero, Dan Phei-ffer, dijo que no estaban haciendo una historia sobre los 72 años de McCain, sino por el tiempo pasado en Washington. Los más antiguos demócratas están frustrados por la aparente falta de agresión de la campaña de Obama, por no devolver los golpes cuando la campaña de McCain hace afirmaciones ciertamente falsas.
La campaña de Obama dice que la lucha será muy prolongada y llevada a cabo por el candidato, su compañero de fórmula Joe Biden así como otras figuras como el ex presidente Bill Clinton. “Hoy es el primer día del resto de la campaña”, dijo David Plouffe, el director de la campaña, acusando a los republicanos de “calumnias, mentiras y de intentos cínicos para distraer a la gente de temas que sí importan al pueblo estadounidense”.
“Responderemos con rapidez y violencia a los ataques de John McCain y lo llevaremos a la lucha, pero lo haremos sobre temas grandes que sí le importan al pueblo estadounidense”, declaró Plouffe. “No les permitiremos a McCain y a su banda de discípulos de Karl Rove que hagan esta gran elección sobre cosas pequeñas.”
La campaña de Obama insiste en que el giro agresivo no tiene nada que hacer con el fenómeno Sarah Palin, sino que todo estuvo calculado para llegar a las semanas finales de la elección. La lucha sigue en los ataques publicitarios de la campaña de McCain que acusan falsamente a Obama de aprobar la educación sexual para los niños de jardín de infantes.
* De The Independet de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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