EL MUNDO
› BUSH AJUSTA EL TONO DE SU DISCURSO BELICISTA FRENTE A SADDAM HUSSEIN
Guerra santa por las encuestas en EE.UU.
George W. Bush bajó ayer los decibeles de su retórica belicista frente a Irak en un intento de obtener los votos del Senado para una autorización de acciones militares, en medio de encuestas que señalan el hartazgo del electorado con respecto al tema de cara a las elecciones legislativas del 5 de noviembre.
Cuando las encuestas comienzan a indicar que los norteamericanos están cansados de que la campaña electoral para las legislativas de noviembre se centre en Irak y no en los problemas económicos, el presidente George Bush preparó un conveniente cambio de frente, esbozado ya la semana pasada: dijo ayer por la noche, en un discurso pronunciado en Cincinnati (Ohio), que los poderes especiales otorgados por el Congreso no suponen “una operación militar inminente o inevitable” y que “la resolución dirá a Naciones Unidas, y a todas las naciones, que Estados Unidos habla con una sola voz y está determinado a hacer que las demandas del mundo civilizado tengan sentido”. Los senadores demócratas John Edwards y Joseph Lieberman criticaron duramente los supuestos planes de guerra de Bush.
Un sondeo publicado ayer por el New York Times y la cadena de televisión CBS muestra que el 70 por ciento de los norteamericanos quieren que los candidatos a las elecciones legislativas del 7 de noviembre hablen más de la economía y menos de una eventual guerra contra el régimen de Saddam Hussein. La misma encuesta dice que cerca del 75 por ciento de los entrevistados opinan que Bush, aunque conserva aún altos niveles de popularidad, se está preocupando demasiado en Irak y demasiado poco en la economía norteamericana, jaqueada por la recesión y los escándalos financieros que estallaron este año. Mientras tanto, el presidente norteamericano volvió con sus amenazas a Saddam Hussein, pero en un tono bastante calmo en comparación con las semanas anteriores. “El tiempo de negar, de escamotear y de aplazar ha llegado a su fin. Saddam Hussein debe proceder a su propio desarme, o bien encabezaremos una coalición para desarmarlo, en aras de la paz”, afirmó Bush. “Aunque hay muchos peligros en el mundo, el de Irak se destaca porque reúne las más graves amenazas de nuestro tiempo en un solo lugar. Por sus acciones pasadas y presentes, por su capacidad tecnológica, por la naturaleza impiadosa de su régimen, Irak es único”, sostuvo. Denunció que Irak reanudó sus planes para elaborar armas nucleares e instó a los generales de Saddam a no obedecer sus órdenes.
Bush también trató de rebatir otras objeciones, relativas a la dificultad que tendría Washington para asegurar la estabilidad de Irak en caso de derrocar a Saddam. “Estados Unidos es amigo de los iraquíes. Nuestras exigencias se dirigen sólo al régimen que los esclaviza y nos amenaza. Cuando sean satisfechas, los principales beneficiarios serán los hombres, mujeres y niños iraquíes”, aseguró. La Cámara de Representantes, con mayoría republicana, debería aprobar los poderes especiales esta semana, tras unos retoques de lenguaje; en el Senado, donde la oposición demócrata es mayoritaria, todavía no se desgajó una posición clara.
En el terreno diplomático, centrado en el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos dijo ayer que es optimista sobre la adopción de una resolución “más enérgica” exigiendo el desarme de Irak. “Hay una convergencia de conceptos incluidos en esta resolución, hay un consenso de que Irak está en infracción, que hay que especificar las reglas para las inspecciones y que debe haber consecuencias en caso de que éstas no sean observadas”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.
De todas maneras, Boucher admitió que “todavía hay mucho trabajo que debe hacerse en el texto”.
En ese trabajo está también Gran Bretaña. El canciller británico Jack Straw no descartó ayer en París la eventual aprobación de dos resoluciones sucesivas de la ONU sobre Irak, como lo pide Francia, aunque advirtió que “la amenaza de la fuerza” era necesaria frente a Saddam Hussein. “Siempre hemos dicho que preferimos una resolución, pero tampoco hemos descartado que haya dos y no lo excluimos”, declaró Straw a la prensa tras sostener una reunión en París su par francés, Dominique de Villepin. Straw agregó que quería “ver una solución pacífica, diplomática, a la amenaza que plantea Irak”. Sin embargo, explicó que “estamos confrontados a la realidad y una diplomacia eficaz a veces tiene que tener el respaldo de la amenaza de la fuerza”.
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