Un día después de conseguir la aprobación de la nueva Carta Magna de forma contundente, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró su llamado al diálogo y a la unidad nacional. También sostuvo que su país comienza un proceso de transición en el que irá ajustándose paso a paso a las reformas socialistas introducidas, de cara a las próximas elecciones generales. “Todo ha sido puesto a consideración del pueblo ecuatoriano. Y éste es uno de los estatutos más democráticos”, sostuvo. Los cómputos oficiales confirmaron los sondeos de boca de urna que le dieron al Sí una amplia victoria a nivel nacional. Pero el No se impuso por escaso margen en Guayaquil, donde el alcalde y líder opositor, Jaime Nebot, insistió con su pedido de autonomía.

Con el 94,7 por ciento de los votos escrutados, el Sí a la nueva Constitución impulsada por Correa alcanzaba el 63,97 por ciento de los sufragios, según informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE). En tanto, el No llegaba al 28,1 por ciento, mientras que el voto nulo representaba el 7,21 por ciento y el voto en blanco al 0,72 por ciento. En cifras absolutas, los votos positivos sumaban casi cuatro millones y medio, y los negativos se acercaban a los dos millones. Aunque los sondeos a boca de urna también le daban al oficialismo la victoria en Guayaquil, el fuerte de la oposición, el conteo oficial mostraba una leve ventaja del No. Según el TSE, con el 95,59 por ciento escrutado, el No lograba el 46,97 por ciento de los votos y el Sí un 45,67 por ciento.

Por la mañana, ante periodistas extranjeros, Correa destacó que cuando el TSE proclame oficialmente los resultados –para lo cual tiene un plazo de 15 días– comenzará el régimen de transición, avalado en la consulta.

En ese momento, la asamblea que redactó el texto constitucional se reinstalará para asumir la función legislativa, en reemplazo del Congreso, cesado a finales de 2007. También reorganizará los otros poderes del Estado. “El órgano tendrá que aprobar unas leyes urgentes y también tendrá que elegir unas autoridades, ayudar a conformar el Consejo de Participación Ciudadana y el Consejo Nacional Electoral”, precisó Correa.

La transición terminará con las elecciones generales, a las que el mandatario ya puso fecha. “De aquí a febrero habrá nuevas elecciones de alcaldes, prefectos, presidente y vicepresidente”, dijo.

Durante su conferencia de prensa, el presidente pidió a la “elite” ecuatoriana que reflexione y deje avanzar al país en paz. También reiteró su intención de dialogar con la oposición. “Las puertas están abiertas y si Nebot quiere democráticamente sentarse a dialogar con el gobierno revolucionario, que ha vencido en esta elección, siempre estaremos dispuestos al diálogo”, dijo. Correa ya había llamado a sus adversarios al diálogo el domingo a la noche, tras pedirles que reconocieran la derrota.

Más tarde, el alcalde de Guayaquil aceptó la invitación. “Por ahí se ha llamado al diálogo. Muy bien, si hay que dialogar dialoguemos”, dijo. Sin embargo, se mostró inflexible al sostener que si en su ciudad los cómputos oficiales le otorgaban la victoria al No –que resultó así–, se lanzaría a una segunda elección e impulsaría un proceso autonómico. “Respetamos el triunfo nacional, la Constitución es para todos, pero respeten el triunfo local que dice ‘nuestro modelo funciona y no lo topen’”, sostuvo.

Pese a que para ser sancionada la Constitución debía ser aprobada sólo a nivel nacional y no en cada jurisdicción, Nebot pidió que se respeten los votos de Guayaquil. “Así como el triunfo de ellos (el gobierno) en el país espero que sea legítimo, el nuestro sé que es legítimo, y si queremos empezar a entendernos seamos caballeros: respetemos nuestras discrepancias”, señaló.

Si bien antes de los comicios líderes opositores habían advertido que el oficialismo realizaría fraude, la realización del referéndum fue señalada como normal por el jefe de la misión de observadores de la OEA, el chileno Enrique Correa. De acuerdo con el reporte que presentó, casi la totalidad de las mesas de votación se instalaron con normalidad, con los vocales nombrados por el Tribunal Electoral. Según explicó Correa, la sucesión de tantos procesos electorales seguidos –cinco desde 2006– hace que Ecuador esté cada vez mejor organizado para votar. Por su parte, la misión de observadores de la Unión Europea dará a conocer su informe hoy.

El proceso electoral también le valió al gobierno la felicitación de la comunidad internacional. Desde Estados Unidos hasta la Unión Europea, pasando por varios países sudamericanos, los gobiernos congratularon al Ejecutivo y al pueblo ecuatoriano por la consulta. Incluso el gobierno colombiano envió sus congratulaciones, pese a que Correa mantiene rotas las relaciones bilaterales con Bogotá desde marzo.