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› LA UE DECIDIO AMPLIARSE EN 2004, CON 10 PAISES MENOS TURQUIA
Los turcos en la neblina europea
Las reformas turcas y las presiones de EE.UU. no alcanzaron: la Unión Europea no incluyó a Turquía en la lista de países que se adherirán.
Por Carlos Yarnoz
Desde Bruselas
La Comisión Europea (CE) abrió ayer la puerta a la gran unificación de Europa al dar su luz verde para que la Unión Europea (UE) acoja a otros diez países en 2004 en la oleada más numerosa y de mayor trascendencia política de toda la historia de la Unión. Pero por primera vez en la UE a los nuevos socios se les aplicarán durante dos años severas cláusulas de salvaguardia según las cuales quedarían en suspenso capítulos claves de la política comunitaria si incurren en anomalías graves en los terrenos del mercado único o de justicia e interior. La noticia dentro de la noticia es que en esta lista no está Turquía, dado que para la CE no cumple los criterios políticos y económicos para ingresar en la UE. Turquía vive una aguda crisis económica, es un aliado estratégico de Estados Unidos (por eso la Casa Blanca criticó la decisión de la CE) y se cierne sobre sus elecciones de noviembre la sombra del islamismo, que avanza en las encuestas.
El gran proyecto de la unificación de Europa que ayer entró oficialmente en la recta final puede irse al traste temporalmente el próximo día 19. Ese día, los irlandeses votarán por segunda vez en referéndum si ratifican o no el polémico Tratado de Niza (el 10 de marzo de 2001), vital para que la UE pueda funcionar con diez Estados más. En junio del año pasado ya lo rechazaron en la primera consulta. Si lo hacen de nuevo, ese país de 3,7 millones de habitantes provocará que la prevista ampliación se retrase al menos un año. Muchos dirigentes europeos, temerosos de las consecuencias de la expansión, se sentirían aliviados.
Casi 13 años después de la caída del Muro de Berlín, los elegidos son Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre. Bulgaria y Rumania, también candidatos, tendrán que esperar a 2007, mientras que para Turquía ni siquiera se fija una fecha para empezar a negociar la adhesión. “Es una ocasión histórica para unir nuestro continente. Nuestro destino común es, una vez más, construir una Europa basada en la paz, la democracia, el imperio de la ley, los derechos humanos y el respeto a las minorías”, declaró con solemnidad ayer el presidente de la Comisión, Romano Prodi, al presentar el informe en el Parlamento Europeo.
La Comisión plantea ahora incluir en el Tratado de Adhesión dos salvaguardias o “cláusulas de seguridad”, como las llamó el miércoles el comisario de la Ampliación, el alemán Günter Verheugen, que las calificó de “algo insólito” porque nunca existieron en anteriores ampliaciones, salvo una general aplicable en casos de graves perturbaciones imprevistas. En los dos años posteriores a la incorporación, de 2004 a 2006, la UE podrá dejar en suspenso cualquier capítulo relacionado con el mercado único (todo el ámbito comercial y de ayudas) o con las áreas de justicia e interior (política de inmigración o colaboración judicial y policial). No sólo eso, en el documento aprobado también se hace constar que la UE no dará en 2004 ni un solo euro de ayudas regionales o agrícolas a los nuevos socios si para entonces no han puesto en marcha todos los sistemas adecuados para gestionar esos fondos: supervisión, mecanismos de programación y ejecución, control financiero, etc. Y aún hay más. Bruselas también acordó que, durante el año que viene, los candidatos serán sometidos a una supervisión y control para vigilar si hacen sus deberes de preparación a lo largo de 2003. A mitad de año se difundirá un documento de evaluación y, si sus conclusiones son negativas, siempre se podrá echar mano del último recurso y paralizar el proceso de ratificación del Tratado.
La otra gran cuestión es el rechazo a las peticiones de Ankara y las presiones de Estados Unidos para que la CE fijara una fecha o un horizonte temporal siquiera para iniciar las negociaciones de adhesión con Turquía.La decepción turca es fácilmente comprensible: Ankara pidió entrar en la UE en 1987, su candidatura sólo fue admitida 12 años después y hoy sólo tres países (España, Reino Unido y Grecia) quieren fijar esa fecha. “Turquía ha realizado importantes reformas para cumplir los criterios, por lo que esperábamos una satisfacción a nuestras expectativas”, sostuvo la Cancillería turca. Entre esas reformas están la abolición de la pena de muerte y las leyes en favor de la minoría kurda o la igualdad entre el hombre y la mujer. Pero Bruselas insiste en que la UE no puede asimilar ahora la entrada de un país como Turquía (67 millones de habitantes). “No aceptamos otro estatuto que el de ser miembros de pleno derecho”, advirtió el vicepremier turco, Mesut Yilmaz.
Turquía, miembro de la OTAN y gran aliado de Washington, ocupa un lugar estratégico en el mundo y será clave si en los próximos meses se desata una guerra en Irak. Por eso, EE.UU. es el principal valedor de Ankara ante Bruselas. Además, el próximo 3 de noviembre se celebrarán las elecciones turcas y los partidos más europeístas son precisamente el principal freno al avance de las formaciones integristas. Ankara sólo recibió un consuelo en forma de euros. Bruselas anunció que aumentará considerablemente la ayuda anual de 180 millones de euros para Turquía. El plan era duplicarla, pero en el informe del miércoles no cita cantidad alguna.
De El País de Madrid. Especial para Página/12.