EL MUNDO
› LA INTELIGENCIA BRITANICA DESMIENTE A BUSH
Las pruebas que no existen
Por Richard Norton-Taylor
Desde Londres
Siguiendo el camino de sus colegas en Estados Unidos, las agencias de inteligencia británicas están desestimando las declaraciones que hizo la administración Bush de que existen vínculos entre Irak y la red terrorista Al-Qaida, esgrimidas para presionar en su tentativa de guerra contra Saddam Hussein y aumentar la inquietud de los norteamericanos con el pronóstico de una invasión militar estadounidense a Irak, especialmente sin la participación británica. En este marco, Estados Unidos ayer calificó de “acto terrorista” el ataque del martes en el que un marine fue muerto y otro herido en Kuwait, en tanto ayer cuatro iraquíes murieron y otros diez resultaron heridos durante un bombardeo aliado en la región de Nínive, al norte de Bagdad, informó un vocero militar iraquí.
Las acusaciones de la inteligencia británica echan leña a la disputa en el seno de la gestión Bush sobre el modo en que ésta usa la información. Tanto la inteligencia británica (MI6) como la contrainteligencia (MI5) han estado sumamente preocupadas sobre las declaraciones sin sustento que hicieron los altos miembros de la Casa Blanca, como el jefe del Pentágono Donald Rumsfeld, sobre la amenaza que significa Al-Qaida y sus vínculos con Irak. Alegan que las acusaciones podrían ser contraproducentes en la medida en que no son verdad.
Rumsfeld declaró el mes pasado que la inteligencia norteamericana tenía una “prueba clave” de los nexos entre Al-Qaida y el régimen iraquí. Luego agregó que “pero no hay fotografías. No van más allá de una duda razonable”. Esta semana el presidente Bush sugirió que los líderes de la red terrorista de Bin Laden estaban en contacto con Bagdad.
Fuentes de la inteligencia británica rechazaron firmemente tales afirmaciones. Interrogada sobre si el presidente Saddam tiene vínculos con Al-Qaida, una fuente fidedigna dijo que “muy por el contrario”. El mensaje evidente de la inteligencia británica es que, lejos de aliarse con los terroristas de Al-Qaida, el líder iraquí se les está distanciando. Las mismas fuentes interpretan que la muerte del ex líder terrorista palestino Abú Nidal, en Bagdad, agosto pasado, fue prueba de la preocupación de Hussein sobre las acusaciones de que él albergaba a los terroristas, especialmente de aquellos de cuya lealtad él no podría confiar.
De The Guardian, de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Mercedes López San Miguel