Chile amaneció ayer por tercer día consecutivo con sus servicios públicos paralizados. A la huelga indefinida de los empleados públicos se sumaron ayer los médicos y jueces, elevando el número a más de medio millón de trabajadores. Mientras, el acatamiento es casi total en el país y más de 30 mil manifestantes se movilizaron ayer por las calles principales de Valparaíso para concentrarse frente al Congreso nacional, donde se decide la suerte de sus sueldos. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) está pidiendo un aumento del 14,5 por ciento; el gobierno está dispuesto a dar un diez por ciento.

A un año de las elecciones legislativas, varios diputados oficialistas ya adelantaron que rechazarán la iniciativa del gobierno y apoyarán la demanda de los trabajadores. La deserción de media docena de legisladores de la alianza gubernamental dejó este año al gobierno de Michelle Bachelet sin la mayoría en las dos Cámaras. En los últimos meses la mandataria recibió varios reveses en el Congreso.

En un intento por frenar el conflicto, la presidenta propuso anteayer un reajuste escalonado de hasta un diez por ciento y pidió comprensión a los sindicatos de la graves situación económica internacional. La oferta, negociada con algunos parlamentarios oficialistas, plantea aumentar un diez por ciento el sueldo de los funcionarios que reciben hasta 1.100 dólares, lo que representa un 60 por ciento del total.

Además propone subir un ocho por ciento la remuneración de los trabajadores públicos que cobran hasta 2300 dólares y sólo un cuatro por ciento a los que ganan hasta 4700 dólares. El proyecto oficial no considera aumentos para los ministros, parlamentarios y la propia presidenta.

Los gremios rechazaron completamente la propuesta del gobierno y pidieron un aumento más parejo y que incluya los índices de crecimiento de la economía nacional y el de precios. “Esperamos que el gobierno cambie este proyecto; no estamos de acuerdo con un reajuste diferenciado y queremos un porcentaje que sea recuperación del poder adquisitivo perdido pero también participación en el crecimiento de la economía, vamos a dar la lucha hasta el final”, prometió el presidente de la Asociación de Empleados Fiscales, Raúl de la Puente.