Desde México D.F.

Lucía Morett, la única sobreviviente del grupo de cinco estudiantes mexicanos masacrados por el ejército colombiano en territorio de Ecuador, el 1º de marzo, volvió a México pese a que sigue abierta en su contra una denuncia promovida por dos organizaciones de ultraderecha que, con información privilegiada proporcionada por el gobierno de Alvaro Uribe, la acusan de “terrorismo internacional”.

El martes, familiares de los jóvenes asesinados se manifestaron por tercer mes consecutivo frente a la Embajada de Colombia en México para exigir castigo contra los responsables del bombardeo militar que causó la muerte de veinte personas, la mayoría guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), incluido el segundo hombre al mando, Raúl Reyes. Todos los ocupantes del campamento guerrillero fueron abatidos, excepto dos jóvenes colombianas y Lucía Morett, quien se encontraba exiliada en Nicaragua desde el 16 de abril, bajo la protección del presidente Daniel Ortega, luego de que el gobierno ecuatoriano también iniciara una causa penal en su contra.

Organizaciones No Gubernamentales han expresado su temor de que Morett sea detenida en México luego de que el 24 de marzo fue acusada de “terrorismo internacional”, entre otros delitos, ante la Procuraduría General de la República por dos organizaciones mexicanas de ultraderecha, cuyos dirigentes fueron recibidos en abril por el presidente colombiano Alvaro Uribe como parte de su agenda al participar en el Foro Económico Mundial.

Uribe se entrevistó con José Antonio Ortega, de la asociación Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, y Guillermo Velasco Arzac, de Seguridad, Paz y Justicia, ambos vinculados con El Yunque, el grupo ultraderechista que copó al gobierno de Vicente Fox y al oficialista Partido Acción Nacional. Su cabeza más visible es el ex presidente de ese partido Manuel Espino, quien dirige la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que reúne una treintena de partidos de derecha latinoamericanos y está afiliada a la Internacional Demócrata de Centro.

Unas semanas después de esa entrevista, José Antonio Ortega presentó un video de casi 19 minutos que contiene el interrogatorio de la inteligencia militar ecuatoriana a Lucía Morett, mientras estaba hospitalizada, el cual fue añadido a la denuncia junto con otros documentos militares como evidencia de que Morett sería una integrante de la guerrilla colombiana.

“Esa es una denuncia penal para judicializar la participación de estos jóvenes (mexicanos) en el grupo terrorista de las FARC, que Colombia la tiene que coadyuvar y que la tiene que adelantar. Es un proceso interno en México que nosotros debemos adelantar con nuestra propia Justicia y, también, cooperar con la Justicia mexicana”, declaró Uribe en abril a la prensa de su país.

A una pregunta sobre si Lucía Morett es considerada por Colombia, como las FARC, delincuente, guerrillera, terrorista, narcotraficante y secuestradora, Uribe contestó “por supuesto”.