EL MUNDO › EL RIVAL DE MUGABE FUE EMBESTIDO EN ZIMBABWE POR UN CAMION
Tsvangirai dejó el hospital ayer y su partido pidió una investigación independiente del accidente del viernes pasado, en el que murió su esposa y él sufrió una fuerte contusión en la cabeza. Otros opositores también fueron chocados.
› Por Daniel Howden *
El primer ministro de Zimbabwe, Morgan Tsvangirai, dejó el hospital ayer y se subió a un avión hacia la vecina República de Botswana, al mismo tiempo que su partido pedía una investigación independiente del accidente del viernes pasado, en el que murió su esposa y él sufrió una fuerte contusión en la cabeza. Las autoridades estadounidenses le confirmaron ayer al Movimiento del Cambio Democrático (MDC, por sus siglas en inglés) que el camión que chocó al auto del premier y lo hizo volcar tres veces llevaba medicinas para el sida, donadas por el gobierno norteamericano. El conductor, aclararon los funcionarios estadounidenses, era un contratista local.
“Hasta el momento no hay evidencia que demuestre que no fue un accidente, pero pedimos una investigación independiente para esclarecer las circunstancias del accidente”, le dijo ayer un importante miembro del MDC Eddie Cross al diario The Independent. El partido ya adelantó que aceptará un equipo de investigadores de Sudáfrica. Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas por develarse, especialmente los rumores que indicaban que el primer ministro, quien hacía apenas un mes había accedido a unirse a su rival político Robert Mugabe en un gobierno de unidad nacional, podría haber sido víctima de un intento de magnicidio.
El dirigente de 56 años estaba viajando hacia su casa en el campo, al sur de Harare, escoltado por un convoy de tres vehículos el viernes a la tarde. Sus guardaespaldas que iban en el primer auto vieron al camión de Usaid, la agencia de ayuda humanitaria estadounidense, pasar manejando normalmente. Sin embargo, sin aparente razón, el conductor del camión dio un volantazo hacia el carril de la mano contraria. Se hubiera estrellado de lleno en el auto en el que viajaba el primer ministro si el chofer del mandatario no hubiese llegado a doblar. El camión golpeó la parte trasera del auto gubernamental, haciéndolo volcar y matando a la esposa de Tsvangirai, Susan.
Apenas se enteraron de lo que había sucedido, los agentes de seguridad del MDC llamaron a un campesino que vivía cerca del lugar del accidente y le pidieron que se acercara y sacara fotos de la escena antes que de que llegara la policía. Cuando las fuerzas de seguridad públicas acordonaron el área, arrestaron al campesino y le confiscaron su cámara de fotos y de video. Los tres autos del convoy oficial fueron removidos de la ruta inmediatamente y el conductor zimbabwense que manejaba el camión de Usaid fue puesto ayer bajo custodia policial, alimentando aún más las sospechas de la oposición.
Como si no fuera suficiente, el accidente del premier llegó dos días después que tres dirigentes del MDC y aliados de esa fuerza política se accidentaran, de forma separada, en una misma noche. En todos los casos los dos neumáticos delanteros de sus autos nuevos estallaron inesperadamente mientras viajaban.
Otro dato que levantó sospechas entre los dirigentes del MDC fue que tres miembros del secretísimo Comando Conjunto de Operaciones (JOC, por sus siglas en inglés) fueron los primeros en llegar a la Clinical Avenues en Harare, aun antes que la ambulancia que traía al primer ministro y a su esposa. El JOC, supuestamente desmantelado por el actual gobierno de unidad nacional, era el cuerpo que se encargaba de todas las operaciones secretas contra el principal partido opositor, el MDC, y según denunció varias veces Tsvangirai, había atentado en más de una ocasión contra su esposa Susan. “¿Cómo sabía el JOC que estaban yendo al hospital?”, cuestionó ayer un miembro del MDC, quien pidió no revelar su nombre.
Según fuentes de la clínica, los tres hombres, Emmerson Mnangagwa, Patrick Chinamasa y el jefe de la temida agencia de inteligencia, Happyton Bonyongwe, se quedaron en el estacionamiento del hospital hasta que Mugabe llegó con su esposa a visitar a su primer ministro, casi dos horas después de que fueron internados. Las mismas fuentes señalaron a la prensa extranjera que el presidente habló con el trío en el estacionamiento antes de irse.
El círculo íntimo de Tsvangirai dice que el ex líder sindical estaba devastado por la muerte de su esposa. Según sus amigos, la pareja, que estaba casada hace 31 años y tenía seis hijos, eran almas gemelas. Mientras el primer ministro zimbabwense hace su duelo, sus aliados estarán atentos a cualquier evidencia que involucre al presidente Mugabe o a su gente en el accidente. Si los rumores se llegaran a confirmar, sería el fin de una administración ya de por sí disfuncional, que lleva nada más que tres semanas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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