Doce personas murieron ayer en un atentado suicida contra una patrulla militar estadounidense en la ciudad de Bakuba, a 150 kilómetros de Bagdad. Las víctimas –cuatro soldados iraquíes, cuatro policías, dos civiles, un intérprete que trabajaba para el ejército norteamericano y el propio agresor– murieron cuando el suicida hizo estallar su cinturón cargado de explosivos. Por su parte, el ejército de Estados Unidos confirmó ayer en un comunicado que ocho soldados estadounidenses resultaron heridos en el atentado suicida perpetrado ayer por la mañana en Bakuba.

El suicida se inmoló frente a un edificio gubernamental de Bakuba, capital de la provincia de Diyala, dividida étnicamente, cuando pasaba por el lugar una patrulla militar estadounidense, informó el ejército norteamericano. La nota del mando militar de Estados Unidos agregó también que el ataque lo cometió un terrorista con un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo, que lo detonó cerca de la oficina del alcalde de Bakuba, capital de la provincia multiétnica de Diyala.

Según la versión de las fuentes iraquíes, el terrorista suicida iba disfrazado de policía. “Un kamikaze vestido de policía se mezcló con una patrulla de policía y se hizo estallar”, declaró el adjunto del alcalde de Bakuba, Raad al Dahalaki. Es la tercera vez en nueve días que un kamikaze se pone un uniforme de las fuerzas de seguridad para cometer un atentado.

Por otra parte, una bomba colocada junto a la vivienda de un oficial del ejército iraquí mató hoy a dos niños en Faluja, en el oeste del país. En lo que va del mes murieron más de 50 personas en distintos ataques. El aumento de los atentados genera preocupación sobre la capacidad de las fuerzas iraquíes de mantener la seguridad mientras las tropas estadounidenses se preparan para retirarse de las principales ciudades del país a fines de junio.

Según un acuerdo de seguridad firmado el año pasado entre Bagdad y Washington, unos 12.000 soldados norteamericanos deben retirarse antes de septiembre, aunque la mayoría de las tropas abandonarán Irak antes de agosto de 2010, y dejarán tras de sí una fuerza de 50.000 efectivos hasta fines de 2011.