EL MUNDO › OBAMA CARGó CONTRA LOS ARQUITECTOS LEGALES DEL USO DE LA TORTURA
Obama marcó una distinción entre los agentes que realizaron los “interrogatorios severos” permitidos por la Casa Blanca, a quienes defendió, y los funcionarios que justificaron esos métodos, a quienes inculpó.
› Por David Usborne *
El presidente estadounidense Barack Obama abrió la puerta ayer para que sean juzgados los responsables legales de las torturas aplicadas por la CIA durante el gobierno de George W. Bush. Al hacerlo, Obama marcó una distinción entre los agentes que llevaron a cabo “interrogatorios severos” permitidos por la Casa Blanca tras los ataques del 11 de setiembre de 2001 y los funcionarios judiciales que justificaron esos métodos. “Con respecto a aquellos que tomaron esas decisiones legales, diría que esto corresponde más a una decisión del fiscal general”, dijo el presidente a los periodistas acreditados en la Casa Blanca tras reunirse con el rey Abdulá II de Jordania. En cambio, el mandatario estadounidense repitió que sería “inapropiado” juzgar a los agentes que aplicaron las torturas.
Sin embargo, Obama no descartó la creación de una comisión bipartidista para investigar abusos a los derechos humanos en la llamada “guerra al terrorismo” durante el gobierno de su antecesor. “Si se hace, deberá ser bipartidista”, dijo el presidente, apartándose de su postura durante la campaña presidencial, cuando decía que el pasado es mejor dejarlo atrás para enfocarse en el futuro.
Por su parte, el ex vicepresidente de Bush, Dick Cheney, volvió a la carga para exigir que la CIA dé a conocer los documentos que él dice muestran cómo las técnicas interrogatorias “mejoradas” extraían información crucial sobre los sospechosos terroristas.
Los comentarios del ex vicepresidente fueron posteriores a la decisión de Obama de dar a conocer memos ultrasecretos detallando los controversiales métodos de interrogación usados bajo la administración Bush. “Una de las cosas que me parece que son un poco perturbadoras sobre esta reciente revelación es que sacan a relucir los memos legales pero no pusieron los memos que muestran el éxito del esfuerzo”, le dijo Cheney a Fox News. Cheney también se hizo eco de aquellos que han expresado su horror a los momentos de amabilidad pública de Obama con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la Cumbre de las Américas la semana pasada.
“No me impresionó eso”, dijo secamente.
La publicidad de cuatro memos del Departamento de Justicia con fechas del 2002 y 2005 que describían y ofrecían justificativos legales para los métodos de interrogatorios ahora prohibidos por el presidente Obama ha creado controversia, tanto en lo tocante a la sabiduría de la decisión cuanto al pedido en paralelo de no procesar a los agentes de la CIA que ejercían los métodos sobre los sospechosos.
Pero no es claro que la Casa Blanca tiemble por los últimos ataques de Cheney, ya que sus repetidas reapariciones como jefe defensor de los años de Bush (y Cheney) son consideradas por muchos como una señal del fracaso del Partido Republicano para encontrar nuevas voces que desafíen a Obama. Tampoco Cheney es más popular en estos días en el panorama político interno. Una encuesta de Gallup de fines de marzo dijo que el 63 por ciento de los estadounidenses tenían una opinión negativa de él, más o menos como el sentimiento del país hacia él durante los últimos tres años.
Las técnicas de los interrogatorios señaladas en los memos incluyen la desnudez forzada, la negación de alimentos, la obligación de permanecer en posiciones incómodas, los golpes contra paredes especialmente construidas y submarinos, que simulan el ahogamiento en agua. Esta semana surgió de los memos que la CIA llevó a cabo 266 sesiones de submarino en sólo dos de los sospechosos terroristas de Al Qaida, todos en períodos de menos de un mes. Obama prohibió el submarino y otras técnicas “mejoradas” en cuanto asumió.
Si Cheney cree que todavía hay documentos clasificados como secretos que nos contarán su lado de la historia, parece improbable que la Casa Blanca los dé a conocer. Estados Unidos “necesitaba muy buena inteligencia” después del 11 de septiembre, sostuvo Cheney, para “prepararse y defenderse de” futuras amenazas. “Eso es lo que hicimos –dijo–. Y con los programas de inteligencia, los programas de vigilancia del terror, así como los programas de los interrogatorios, salimos a recoger ese tipo de inteligencia.” Preguntado por el resultado de esos esfuerzos, dijo que “funcionaron”. “Hay informes que muestran específicamente lo que ganamos como resultados de esa actividad –insistió–. Formalmente pido que sean desclasificados. Sé específicamente de informes que revelan lo que supimos a través del proceso de interrogación y cuáles fueron las consecuencias para el país.”
Cheney lanzó este ataque el mismo día que Obama viajó a los cuarteles de la CIA en Langley, Virginia, para levantar la moral de la institución. Reconociendo que la agencia había experimentado unos días difíciles, dijo: “No se desalienten porque tenemos que reconocer que han cometido algunos errores. El hecho de reconocerlos y luego seguir adelante es el motivo por el que ustedes deben estar orgullosos de ser miembros de la CIA”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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