El documento de la Conferencia de la ONU sobre el Racismo, que incluye la referencia al Holocausto que rechazaba Irán, fue aprobado ayer por consenso sin que ningún país propusiera cambios al texto original. Los representantes de los 23 Estados de la Unión Europea (UE) que abandonaron la sala cuando el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad calificó a Israel de régimen racista, regresaron después del discurso. Los países latinoamericanos permanecieron en la sala, igual que el representante del Vaticano. A Israel, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia, Holanda, Australia, Nueva Zelanda y Polonia (que se negaron a participar en la Conferencia sobre el Racismo de Ginebra por miedo a declaraciones contra Israel del presidente iraní) se les sumó la República Checa, que abandonó la conferencia en protesta por el discurso de Ahmadinejad. Mientras tanto, 22 de los 27 países de la Unión Europea permanecerán en la conferencia, que finalizará el viernes. Ayer, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, consideró que esta conferencia “no es de ninguna manera un fracaso, sino el principio de un éxito”.