Vie 24.04.2009

EL MUNDO  › DESPUES DE LOS ATENTADOS SUICIDAS, BAGDAD ANUNCIO LA CAPTURA DEL JEFE DE AL QAIDA EN ESE PAIS

Matan a 75 peregrinos y refugiados en Irak

El primer atentado fue contra una procesión religiosa en Diyala, el segundo contra un centro de refugiados en Bagdad. Después de las explosiones se anunció la detención de Abu Omar al-Baghdadi, el jefe de Al Qaida en Irak.

› Por Patrick Cockburn *

Dos ataques suicidas en distintas partes de Irak provocaron la muerte de por lo menos 75 personas, la mayoría de ellos peregrinos y refugiados que huían de anteriores ataques sectarios. Las muertes ponen de manifiesto la continua violencia en Irak, con la partida de las tropas de Estados Unidos de las ciudades centrales hace poco más de un mes.

Justo después de las explosiones, el gobierno de Bagdad dijo que había arrestado a Abu Omar al-Baghdadi, el jefe de Al Qaida en Irak. Se cree que Al-Baghdadi estuvo detrás de la mayoría de los atentados suicidas sectarios. “Según las informaciones que hemos recibido, las fuerzas iraquíes detuvieron ayer por la tarde al criminal terrorista Abu Omar al-Baghdadi en su coche en un cruce de Rusafa”, en la parte este de Bagdad, dijo el portavoz militar, general Qasem Ata. El portavoz del gobierno Ali al Dabbagh afirmó que su verdadero nombre era Ahmad Abed Ahmad y que se trataba de un ex militar de la época de Saddam Hussein, de 40 años. “Según nuestras informaciones, él es Abu Omar al-Baghdadi, pero estamos haciendo verificaciones porque mucha gente pretendió ser Abu Omar al-Baghdadi”, precisó.

Según el portavoz, las informaciones difundidas por la televisión oficial al Iraqiya, que lo identifican como Hamed al Raui, nacido en 1947, “no eran correctas”. El general Ata señaló que Al-Baghdadi sería presentado en la televisión después de su interrogatorio. El Pentágono, sin embargo, se negó a confirmar “por el momento” la detención. Su detención podría ser un éxito para las autoridades iraquíes, pero declaraciones previas de que había sido capturado resultaron ser falsas.

Este misterioso personaje, que nunca ha sido visto y del que no existe ninguna foto, es presentado por Al Qaida como el “comendador de los creyentes” del califato autoproclamado por el movimiento en octubre de 2006, el “Estado Islámico de Irak”.

Según el ejército estadounidense, se trata de un líder “ficticio” a la cabeza de una “organización virtual” que sólo existe en Internet y que fue creada con fines propagandísticos para esconder la preeminencia de los jihadistas extranjeros en la rama iraquí de Al Qaida. Sin embargo, el 30 de diciembre de 2007, Osama bin Laden, el jefe de la red, hizo un llamamiento a “todos los musulmanes de Irak a unirse en torno de Abu Omar al-Baghdadi”. Las autoridades iraquíes ya informaron de la muerte o el arresto del jefe rebelde en otras dos ocasiones, que desmintieron después.

La explosión más devastadora tuvo lugar en Muqdadiya, a 80 kilómetros al nordeste de Bagdad, en la provincia de Diyala, que ha sido el escenario de matanzas masivas por los chiítas, los sunnitas y los kurdos. El terrorista se detonó entre un grupo de peregrinos iraníes que habían ido a ver los sitios sagrados chiítas en Irak y estaban almorzando en un restaurante lleno. La policía informó que habían muerto 47 personas, todos iraníes, salvo dos, y 67 resultaron heridos. Fue el peor ataque en Irak este año, aunque se han hecho más frecuentes en los últimos meses.

Abdulnasir al-Muntasirbillah, que estaba en su oficina en su primer día como gobernador de Diyala ayer, dijo: “Acabo de venir del hospital de Baquba. Las escenas ahí son catastróficas. No hay palabras para expresarlas. Fue un acto terrorista sucio y cobarde”.

El segundo ataque suicida en Bagdad también eligió un blanco fácil, detonándose entre refugiados que habían huido de sus hogares a causa de las matanzas sectarias. La policía dijo que 28 personas habían muerto y 50 resultaron heridas, mientras los oficiales distribuían ayuda a una multitud de familias sin techo. La explosión dejó charcos de sangre, paquetes de galletitas de chocolate desparramados y paquetes de comida de la Cruz Roja.

Un testigo dijo que creía que la atacante era una mujer con una túnica larga negra, que es usada a menudo por las terroristas suicidas femeninas para ocultar los explosivos. Shanoun Hamoud, de 70 años, estaba sentada llorando entre los paquetes quemados de comida después de que su marido, su hijo y dos nietos murieran en la explosión. Estaba en su departamento cuando sucedió. “Bajé por mis parientes que buscaban la comida –dijo–. Pero no los pude encontrar.”

Los ataques probablemente tengan menos que ver con la retirada de las tropas estadounidenses que con Al Qaida, queriendo demostrar que todavía está activo. Claramente tiene suficientes terroristas suicidas, explosivos y casas para albergarse e inteligencia sobre los blancos para continuar con la presente campaña. Al mismo tiempo es imposible para las fuerzas de seguridad iraquíes proteger a multitud de civiles, a pesar de todos los puestos de control que han establecido.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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