EL MUNDO › SU MUJER LE PIDE EL DIVORCIO TRAS EL ESCáNDALO QUE SUSCITó LA LISTA DE CANDIDATAS MODELOS
Días después de declarar que su marido y primer ministro italiano se comportaba como un emperador con un harén de jovencitas, Veronica Lario dijo que su matrimonio llegó a su fin. El anuncio enmudeció al político verborrágico.
› Por Peter Popham *
Desde Roma
Algunos días después de declarar públicamente que su marido se comportaba como un emperador con un harén de bellas jovencitas, la mujer de Silvio Berlusconi, Veronica Lario, anunció que su matrimonio de 19 años había llegado a su fin, por lo que solicitará el divorcio. “Quiero bajar el telón”, le dijo Lario al diario italiano La Repubblica. “Estoy convencida de que a esta altura es el único camino digno que puedo seguir. Mi matrimonio está sentenciado: no puedo permanecer al lado de un hombre que se rodea de chicas menores de edad”, remató la futura ex mujer del Cavaliere.
Veronica Lario se refirió así al comportamiento de Berlusconi la semana pasada, cuando trascendió que el magnate de los medios y primer ministro voló en su jet privado hasta las afueras de Nápoles para asistir, con un collar de diamantes en la mano, al cumpleaños de una jovencita de 18 años, Noemi Letizia. El vínculo que une a ambos todavía no está claro, aunque el propio Berlusconi sostiene que conoció a la chica y a su madre porque el padre de Noemi era el chofer de su amigo y padrino político, Bettino Craxi.
Tanto la joven Noemi como su madre Anna se refieren a Berlusconi como “Papi”. Ayer, el diario La Stampa citó a Veronica Lario diciendo lo que todos piensan aquí en Italia sobre la jovencita, cuyas mejillas y ojos se parecen mucho a los de Berlusconi. “En efecto, quizá sea su hija”, lanzó la mujer.
Y es que ya sea una hija natural del Cavaliere o bien la última de sus “mariposas”, Noemi fue la gota que rebasó el vaso para que la señora Lario solicitara el divorcio, cuyo anuncio redujo ayer casi al mutismo al habitualmente verborrágico Berlusconi: “Es un asunto personal y muy doloroso para mí. Siento que es mi deber no hacer comentarios al respecto”, se limitó a señalar a través de un comunicado. Al caer la noche, un grupo de periodistas lo vio salir de su departamento en Roma para subirse a un auto con probable rumbo hacia Milán, donde él y Veronica mantienen departamentos separados. No hubo declaraciones.
A Berlusconi siempre le gustaba recordar en público el momento en que conoció a la señora Lario una noche en 1980, cuando asistió a un teatro en la ciudad de Milán y Veronica, de 24 años de edad, era una de las actrices de la obra. “Fue amor a primera vista”, decía Berlusconi. “Cuando la conocí, ella me hizo perder la cabeza”, le dijo una vez a una revista de modas. Diez años después la pareja se casó y tuvo tres hijos, todos ellos ahora mayores de edad.
Hacía mucho ya que la pareja estaba en problemas. En 2003, el primer ministro italiano aprovechó una visita oficial por parte del primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen, para referirse a los rumores que vinculaban a su esposa con el profesor de filosofía Massimo Cacciari. “Rasmussen es el más apuesto de los primeros ministros europeos. Creo que voy a presentárselo a mi mujer, es mucho más lindo que Cacciari”, había dicho Berlusconi ante una sala llena de periodistas atónitos.
Por otra parte, aun antes del escándalo de la semana pasada a propósito de la idea de Berlusconi de incluir a decenas de modelos en las listas de su partido para las elecciones europeas, la señora Lario ya había retado públicamente a su marido por decirle a la estrella de televisión Maria Cafagna que si no estuviese casado, lo haría con ella de inmediato. “Lo siento mi amor, perdóname”, balbuceó Berlusconi como toda respuesta.
Sin embargo, en este caso habrían sido las duras quejas por parte de los aliados políticos de su marido sobre sus declaraciones acerca de las modelos las que precipitaron su decisión de hacer público su pedido de divorcio. “Quiero acelerar las cosas y evitar los ataques de un hombre que es capaz de dar vuelta todo, convocar una conferencia de prensa y decir que en realidad fue él quien pidió el divorcio primero”, le habría dicho Lario a su abogado según La Repubblica.
La semana pasada, el diario Libero, cercano a Berlusconi, publicó fotos de la señora Lario haciendo topless en la época en que todavía era actriz bajo el título “La muchachita malagradecida”. En el editorial que acompañaba la foto, el editor Vittorio Feltri la criticó con todo. “Ella misma proviene del ambiente de la farándula, donde se hizo famosa por sus topless. Si yo fuese ella, hubiese actuado de otra manera, aunque más no sea para evitar que me internasen en un hospital psiquiátrico”, había dicho Feltri.
Mientras tanto, la oposición ya afiló los dientes, y ayer Mario Adinolfi, líder del Partido Democrático, declaró que el tema era un “asunto político” y “una oportunidad para el partido”. “Berlusconi es un hombre que está confundido tanto en su vida personal como en su manera megalomaníaca de gobernar a un país que atraviesa una crisis moral”, señaló. “¿Pueden imaginarse a Obama o a Sarkozy aguantando semejante golpe por parte de Michelle o de Carla Bruni?”, se preguntó Adinolfi.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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