EL MUNDO › EL CONSERVADOR PP SE IMPUSO AL PSOE EN ESPAñA. DE FONDO, LA CRISIS
El oficialismo obtuvo el 38,66 por ciento de los votos (21 diputados), frente al 42,03 por ciento (23 diputados) del Partido Popular.
› Por Oscar Guisoni
Desde Madrid
Al final, todos los pronósticos se han confirmado. El socialista José Luis Rodríguez Zapatero sufrió ayer su primera derrota electoral de envergadura en las elecciones europeas que tuvieron lugar en toda la Unión y que en España, como en el resto de los países, se leyeron más en clave de política interna que continental. El oficialista Partido Socialista obtuvo el 38,66 por ciento de los votos y 21 diputados, mientras que el PP se alzó con la victoria, con el 42,03 por ciento y 23 diputados, logrando su primera victoria nacional desde al año 2000, en tiempos en los que gobernaba el conservador José María Aznar.
La crisis económica le ha pasado una gran factura al gobierno de Rodríguez Zapatero y el resultado de ayer, a pesar de que los voceros socialistas intentaron minimizar daños, crea un clima de inestabilidad en el país, ya que el PP de Mariano Rajoy espera capitalizar estos resultados para demostrar que los socialistas no saben gestionar la crisis y que hace falta realizar elecciones anticipadas a nivel nacional si la economía no comienza pronto a dar señales de reverdecimiento.
La campaña electoral estuvo marcada por un tono plebiscitario en torno del gobierno socialista y dejó los grandes temas europeos de lado, algo similar a lo que ocurrió en el resto del continente. Pero mientras en Europa avanzaba el abstencionismo y las fuerzas políticas de extrema derecha y extrema izquierda, en España se mantuvieron los niveles de participación de hace cinco años, alcanzando la cifra de 45,81 por ciento, un dato similar al de 2004, y se confirmó la salud del bipartidismo, que poco a poco ha terminado por engullir a fuerzas como Izquierda Unida, que no pudo detener su debacle, logrando el 3,78 por ciento de los votos. Sólo la circunscripción única salvó a la coalición liderada por el Partido Comunista de perder uno de los dos diputados europeos que tenía.
El Partido Popular festejó a lo grande el resultado y trató de dar una imagen de vencedor que ahora se apresta a ir por el premio mayor: el gobierno nacional. Gracias a estos resultados, Mariano Rajoy salvó su pellejo, ya que de haber resultado derrotado su liderazgo al frente del partido se hubiera puesto en cuestión, como sucedió después de las últimas elecciones generales, en marzo de 2008. Y ahora deberá demostrar que es capaz de acorralar al gobierno socialista, que a pesar de haber triunfado holgadamente hace apenas un año no tiene mayoría suficiente en el Parlamento y se encuentra en graves dificultades para aprobar las medidas que el país necesita para salir de la virulenta crisis económica que ya ha dejado a más de cuatro millones de personas sin empleo.
En las filas socialistas trataban de minimizar este resultado afirmando que su electorado no se ha movilizado porque sentía que no estaba en juego el gobierno nacional y todos los esfuerzos que hizo el partido por sacarlos de su casa ayer no dieron grandes resultados, a pesar de las polémicas en torno de la ley del aborto que los socialistas quieren reformar o a las imputaciones por corrupción que afectan a algunos altos cargos del PP.
Los populares de hecho han demostrado una vez más que tienen un electorado fiel que no se inmuta ante los escándalos que afectan a algunos de sus dirigentes más importantes, como el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, o el escándalo de espionaje a sus propios dirigentes que sacude la Comunidad de Madrid, dirigida por la ultraconservadora Esperanza Aguirre.
Entre las fuerzas minoritarias, los socialcristianos de Convergencia I Unió, el partido nacionalista conservador de Cataluña, que concurrían aliados al Partido Nacionalista Vasco, obtuvieron el 4,89 por ciento y dos escaños, mientras que el nuevo partido de la ex socialista Rosa Diez, Unión Progreso y Democracia, UPyD, consiguió introducir un diputado. Los Verdes, que concurrían aliados a los nacionalistas de izquierda catalanes, también han logrado colar dos diputados en la Eurocámara.
Anoche, el candidato popular que encabezaba la lista de la derecha, Jaime Mayor Oreja, recalcó el hecho de que son “las primeras elecciones que pierde Rodríguez Zapatero”, mientras que sus fans gritaban “Zapatero dimisión”, al mismo tiempo que la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmaba que no se podía interpretar esta elección como un castigo al gobierno.
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