Dom 28.06.2009

EL MUNDO  › ESCENARIO

Nuevas olas

› Por Santiago O’Donnell

Mucho se habló esta semana de la irrupción de los nuevos medios de comunicación en la gestación de las protestas callejeras que estallaron en Irán tras las elecciones del 12 de junio. Sin embargo, no es la primera vez que miles de personas se manifiestan en contra de un régimen represivo. Antes no existía Twitter y la gente se comunicaba igual.

Lo que resulta novedoso es la cobertura mediática de la revuelta. Por primera vez desde la primera Guerra del Golfo, en 1991, ocurre un evento de interés mundial y la audiencia internacional no se vuelca en forma masiva a mirar la CNN, la BBC o algún otro canal de noticias. Tampoco sale a agotar las ediciones de los grandes diarios ni invade sus sitios web.

Mucho menos espera el horario del noticiero para enterarse de las últimas novedades. Esta vez los blogs, las aplicaciones y los sitios especializados coparon la parada. A la hora de informarse, millones de usuarios se volcaron al Twitter, el Facebook, YouTube, Flickr y los blogs, tanto de periodismo ciudadano como de periodismo especializado, para mantenerse informado minuto a minuto de lo que estaba pasando.

La pobreza de la cobertura de la CNN, en particular, fue la comidilla de los blogs. El crítico de medios del Washington Post y panelista de Reliable Sources de la CNN, Howard Kurtz, analizó el tema en un chat: “Claramente mucha gente se sintió decepcionada por los canales de noticias. No están al máximo en los fines de semana, cuando la planta es más chica y hay mucha programación pregrabada, ya que usualmente hay pocas noticias y es una oportunidad para achicar costos. Pero cuando sucede un evento extraordinario, como lo que está pasando en Irán, necesitan mejorar. La CNN hizo muy poco el sábado (el día de las elecciones) pero tuvo bastante cobertura el domingo, aunque no tanta como la gente demandaba, lo cual explica por qué se volcó a los blogs y Twitter, donde hay alguien posteando las veinticuatro horas”.

Los grandes diarios también pagaron caro la “oportunidad de achicar costos”. En tiempos de grandes pérdidas de lectores y de torta publicitaria, las corresponsalías internacionales son consideradas un lujo, primeras en la fila a la hora de cortar. En la última década se han reducido a menos de la mitad. Con la notoria excepción de El País de España, prácticamente ninguno de los grandes diarios mantiene una corresponsalía en Irán, pese a la importancia estratégica de la principal potencia islámica. El Washington Post contrató a un periodista holandés radicado en Teherán para llevar adelante la cobertura. El New York Times aprovechó la presencia en el país de su editor ejecutivo, Bill Keller, que firmó dos notas, algo casi sin precedentes en la historia del periódico. Los principales diarios europeos mandaron enviados especiales a cubrir la elección, pero apenas consiguieron visas para quedarse una semana. La represión más fuerte ocurrió siete días después del voto.

Entre los mejores lugares para mantenerse informado, lugares de consulta obligada para los periodistas de los medios tradicionales, se destacan un par de blogs que nacieron casi de manera espontánea con la protesta iraní. Uno es el blog del periodista de Current TV Robin Sloan (www.iran.ro binsloan.com). Tiene lo último del blog en vivo del New York Times, pero además el ranking de los twitters (mensajes de 140 caracteres) desde Irán más reenviados, más los twitters más recientes de “fuentes confiables” (periodistas, funcionarios, académicos, testigos cuya información ya fue confirmada), fotos, últimas noticias y un link al blog de Andrew Sullivan del The Atlantic Monthly www.andrewsullivan.theatlantic. com). Sloan, Sullivan y Robin Wright de la revista Time (www.time.com) conforman el trío de los periodistasbloggers más consultados en los Estados Unidos, porque los tres son expertos en Irán y se valen de la última tecnología, tomando información tanto de las fuentes tradicionales como de los periodistas ciudadanos iraníes que registraron y transmitieron datos e imágenes a través de sus celulares.

El otro blog que estalló durante la protesta iraní fue creado por una iraní exiliada en Estados Unidos con muy buenos contactos dentro de su país natal. Se trata de Teheran Bureau (www.teheranbuereau.com) y está repleto de información desde adentro de Irán, desde las barricadas, desde los hospitales, además de distintos artículos de análisis de expertos de las principaales universidades y think tanks de Medio Oriente y el resto del mundo. Obviamente tiene un punto de vista definido, pero se nota que procesa y maneja con seriedad muchísima información.

Muy pocos diarios y canales de noticias siquiera intentaron seguirles el ritmo a estos bloggers. Entre ellos se destacan el New York Times y el británico The Guardian, que mantienen la cobertura minuto a minuto a través de blogs que van actualizando con información de sus periodistas pero también de Internet, especialmente Twitter, que es el principal proveedor de datos, y de YouTube, que es el principal transmisor de las imágenes que salen de Irán.

Para seguir la crisis iraní por Twitter, los blogs recomiendan las etiquetas #Iranelection, #Ahmadinejad, #Mousavi y #Tehran. Las mejores fotos están en los sitios “Iran Elections” e “Iran Riots 2009” de Flickr. El Facebook de “Mir Hossein Moussavi” es otro centro de información.

Los videos más importantes de la revuelta aparecieron en YouTube.

Las mejores complicaciones están en “Irandoost2009” e “Iran Protests.” YouTube fue la fuente de las dos historias más trascendentes y conmovedoras de esta semana. Primero fue el video del asesinato de Neda Agha-Soltan (foto), 26, que rápidamente se convirtió en el icono de la protesta. El otro es el video del jueves pasado, filmado desde una terraza, que muestra a la policía dispersando una manifestación. Si bien había informes de que las protestas continuaban, no habían imágenes de manifestantes desde la brutal represión del domingo ordenada por el Líder Supremo.

Presidentes fastidiosos tomen nota: aunque Ahmadinejad se ensañe con la BBC y les eche la culpa de todo a “los grandes medios de Occidente”, resulta que el peor daño se lo hicieron dos fulanos con celular y acceso a YouTube.

Vivimos tiempos de posperiodismo, o de periodismo moribundo. De información que se atomiza mientras los medios masivos se concentran en manos de grandes grupos económicos. La comunicación corporativa, más o menos sutil, ha tomado por asalto el espacio público de debate pluralista que los mejores exponentes de género alguna vez intentaron o pretendieron ser.

En ese contexto, las nuevas tecnologías crean nuevos desafíos para las corporaciones mediáticas y a la vez nuevas oportunidades para los comunicadores profesionales. Los videos de YouTube pueden ser truchos. Desde que se inventó el Photoshop, las imágenes son fáciles de trucar. Ann Curren de ABC News, se valió del Twitter para contactar a familiares de Neda en Irán. Hizo falta que el novio apareciera en Al Jazeera y su profesor de música en el Los Angeles Times para que pudiera confirmarse que Neda existió y que murió tal cual lo muestra el video. En los twitters, la palabra “confirmado” aparece tan seguido que ya no quiere decir nada. ¿Confirmado por quién?

Sobrepasados por las hordas de cronistas ciudadanos, los pocos periodistas o pseudoperiodistas profesionales que quedan en pie se repliegan a sus escritorios. Es cierto, cada tanto salen a despuntar el vicio para alegría de sus cada vez más veteranos lectores. Pero esencialmente lo que se dedican a hacer, más y más a medida que pasa el tiempo, es elegir, priorizar, avalar, curar las noticias que llegan a sus PC, laptops y celulares.

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