EL MUNDO › EL PRIMER ENCUENTRO ENTRE HONDUREñOS CONSTITUCIONALISTAS Y GOLPISTAS EN COSTA RICA CERRó SIN RESULTADOS DESPUéS DE 48 HORAS DE SESIONES
El anfitrión Oscar Arias pidió mucha paciencia y subrayó que la misma existencia del encuentro fue “un logro capital”. El gobierno de facto extendió el estado de sitio y continuó criticando duramente a Zelaya.
Paciencia, mucha paciencia. Eso fue lo que pidió ayer el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, al anunciar el cierre sin resultados del primer encuentro entre delegados del gobierno constitucional de Honduras y su contraparte de facto. “Les dije que esto tomaría tiempo, pero insistiré hasta el cansancio en que en la larga epopeya de la humanidad, el paso decisivo es el primero; los hermanos hondureños han dado aquí ese paso, se han visto a los ojos y han hablado con franqueza y eso es por su cuenta, un logro capital para su país”, señaló el Premio Nobel de la Paz, intentando evitar un clima de derrota. El primer paso fueron 48 horas de reuniones maratónicas, sin resultados concretos, excepto la voluntad de volver a reunirse en San José pronto. Con el ceño fruncido y la voz dubitativa, el experimentado mediador reconoció que aún no hay una fecha para la segunda ronda de diálogo, pero estimó que se establecerá en los próximos días.
Desde la mañana de ayer Arias empezó a advertir que la mediación llevaría su tiempo. “El diálogo produce milagros, pero no instantáneamente”, dijo el mediador. La presión sobre el Premio Nobel de la Paz era muy fuerte. En Honduras, la dictadura no afloja el estado de sitio, que volvió a extender hasta el domingo, ni flexibiliza su discurso intransigente hacia el presidente constitucional Manuel Zelaya. Al mismo tiempo, en las calles de Tegucigalpa los zelayistas rechazan la negociación en el país vecino y piden la restitución incondicional del cargo del mandatario que fue derrocado hace ya casi dos semanas.
“El diálogo está dando tiempo a los golpistas”, afirmó el coordinador del Bloque Popular y secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, Juan Barahona. Desde la toma de una de las rutas que conecta la capital con el interior del país, el líder sindical aseguró que la fuerza de Zelaya está en los miles de hondureños que se movilizan todos los días para pedir su restitución. “Se deben tomar medidas inmediatas y contundentes para restablecer a Zelaya en el poder”, agregó, en medio de unas cinco mil personas.
A la tarde el hermano del anfitrión y ministro de la Presidencia costarricense, Rodrigo Arias, reconocía por primera vez que el primer intento de diálogo estaba a punto de fracasar. “Tenemos que aprovechar bien el tiempo que nos queda”, señaló el funcionario, ante los rumores de que la comitiva enviada por la dictadura hondureña volvería a su país anoche. Desde Tegucigalpa, el presidente de facto Roberto Micheletti se separó de la discusión en Costa Rica y habló sobre los proyectos de su gobierno de facto. “Estamos procurando en las próximas semanas mejorar la paz y la tranquilidad en el país para mejorar el tiempo del toque de queda”, aseguró.
El jueves la cabeza visible de la dictadura se había reunido durante dos horas con Arias en su casa en San José. El plan era que se sentara a hablar cara a cara con Zelaya, quien lo esperaba en un hotel cercano, pero el dictador se negó y tomó un avión de vuelta a su país. El presidente constitucional hondureño evitó comentar sobre el desplante de su ex aliado político y ayer se esforzó por mantener viva la esperanza de alcanzar un acuerdo diplomático. “Se abrió una ventana; por lo menos hay una comisión en ese sentido”, aseguró Zelaya desde Santo Domingo. El mandatario viajó al país vecino para reunirse con el presidente Leonel Fernández y pedirle su apoyo en la próxima cumbre de los Países No Alineados (ver recuadro).
Mientras en Costa Rica, Arias y sus asesores de confianza hacían malabares para mantener abierto el canal de diálogo comenzado el jueves, la comunidad internacional dejó en claro que sigue apoyando los esfuerzos del Premio Nobel de la Paz para encontrar una salida concertada de la crisis hondureña. Desde Italia, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien optó por un perfil bajo en este conflicto, advirtió que la situación es demasiado tensa como para resolverse en el primer round. “Estas cosas muchas veces llevan días; si fuese fácil, ya habría sido resuelto”, señaló el mandatario, quien fue uno de los primeros en retirar a su embajador de Tegucigalpa. La Unión Europea y Estados Unidos hicieron un análisis similar sobre el difícil inicio que tuvo la mediación en suelo costarricense.
El único mandatario extranjero que perdió su confianza en la capacidad conciliatoria de Arias fue el venezolano, Hugo Chávez. El aliado incondicional de Zelaya, quien en un principio apoyó el acercamiento en San José, ayer dio por muerto el esfuerzo diplomático, promovido directamente desde Estados Unidos. “Fue un error craso de Washington”, sentenció el líder bolivariano.
Inmediatamente el Departamento de Estado matizó las declaraciones de Chávez y garantizó que aún existen esperanzas de alcanzar una solución negociada a la crisis hondureña. “Obviamente esta afirmación es prematura. Hay una negociación en marcha y ésa es, como ha dicho la secretaria de Estado Hillary Clinton, la mejor vía para tratar de resolver esto pacíficamente y ayudar a Honduras a volver al orden democrático constitucional”, se apuró a explicar el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley.
El diálogo en Costa Rica quedó por ahora en suspenso, pero las negociaciones por la situación en Honduras avanzan en el resto de la región. Chávez se comunicó ayer con el subsecretario estadounidense de Estado para América latina, Tom Shannon, para discutir sobre el tema, según informó Washington. No todo parece estar perdido aún.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux