Desde París

La joven francesa Clotilde Reiss, detenida el pasado 1º de julio y juzgada en Irán bajo los cargos de espionaje, fue liberada ayer. La presidencia francesa indicó en un comunicado que Clotilde Reiss “está bien de salud” y que dejó la cárcel de Evin donde estaba detenida para dirigirse a la embajada francesa de Teherán “en espera de su retorno a Francia”. Según confirmó el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, París pagó una caución a cambio de la liberación, pero el monto de la misma no fue precisado.

La francesa de 24 años, lectora en la universidad iraní de Ispahán, fue arrestada luego de las multitudinarias protestas que estallaron después de la reelección del presidente conservador Mahmud Ahmadinejad. Clotilde Reiss fue juzgada en la segunda tanda de los megajuicios organizados en Teherán en contra de los reformistas y era una de las tres extranjeras que estuvieron en el banco de los acusados junto a dos empleados locales de la embajada de Francia, Nazak Afshar, ya liberada, y de Gran Bretaña. En el curso del juicio, Reiss había reconocido su participación en las manifestaciones así como la redacción de un informe de un página destinado a un instituto de investigación dependiente de la embajada de Francia. La puesta en libertad de Reiss era esperada de un momento a otro luego de que ayer el canciller francés manifestara su “esperanza” de que la joven fuera liberada. Bernard Kouchner dijo también que el monto de “la caución” que se pagó no era “enorme”.

La presidencia francesa volvió a pedir ayer que se ponga fin “a las acciones judiciales” en curso contra Reiss al tiempo que la Cancillería francesa aclaró que la joven permanecerá en la embajada de Francia para que pueda “preparar su defensa y hacer reconocer su inocencia”. París siempre estimó que los cargos que pesaban sobre la joven carecían de todo fundamento. Queda por resolver aún el tema del veredicto. Teherán pide que Clotilde Reiss se quede en Irán hasta el fin de su proceso. El fiscal de Teherán, Saïd Mortazavi, afirmó que la joven se quedaría “hasta que se pronuncie el veredicto y sea castigada por sus crímenes”. El jefe de la diplomacia francesa calculó que la sentencia podría caer en unos ocho días.

De los comunicados emitidos ayer se desprende que la liberación de Clotilde Reiss necesitó la intervención de mediadores que tienen influencia en Irán. El texto publicado por el Palacio del Elíseo agradece a los “países de la Unión Europea y otros países amigos como Siria” por el apoyo aportado. Siria parece haber desempeñado un papel decisivo en este proceso. El vespertino Le Monde reproduce en su página web las declaraciones de un analista político sirio, Ayman Andel Nour, quien afirma que “Damasco logró desbloquear el proceso. Siria sirvió de mediador entre Francia e Irán y el resultado fue la liberación de Nazak Afshar”, la empleada local de la embajada francesa en Teherán. La República Islámica abrió las puertas de la cárcel para Clotilde Reiss el mismo día en que se iniciaba el tercer juicio colectivo de opositores al régimen. Un total de 28 personas fueron juzgadas en el Tribunal Revolucionario de Teherán por “participación en manifestaciones ilegales” y otros cargos. Un total de 110 personas capturadas en el curso de las manifestaciones que siguieron a la controvertida reelección de Mahmud Ahmadinejad comparecieron ante ese tribunal.