El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, impugnado ya por los reformistas tras su polémica reelección, está dispuesto a desafiar también a su propio bando conservador con la designación de su nuevo gabinete. “A juzgar por los nombres presentados, se puede suponer que el gabinete no satisfará la exigencia de un gobierno eficaz y no es una buena señal”, advirtió uno de los principales diputados conservadores, Ahmad Tavakol. Ahmadinejad debía presentar anoche la lista completa de sus ministros, pero no lo hizo. Entre los nombres confirmados están los actuales ministros de Industria, Ali Akbar Mehrabian, y de Economía, Shamseddin Ho-sseini. Este último fue uno de los más criticados, por reformistas y conservadores, durante la campaña electoral debido al estancamiento económico y el creciente desempleo de los últimos años. Los otros dos nombres, aún no confirmados, que podrían desatar un debate entre el gobierno, sus aliados y la oposición son los titulares de las carteras de Petróleo e Información, dos cargos estratégicos para el gobierno iraní.

El primero iría para el actual ministro de Comercio, Massud Mir Kazemi, según adelantó ayer el consejero del vicepresidente para Asuntos Parlamentarios, Iraj Nadimi. El funcionario no tiene experiencia previa en el negocio petrolero, un cuestionamiento que Ahmadinejad ya había escuchado en el Parlamento cuando presentó a su primer gabinete en 2005.

La segunda cartera, la de Información, quedaría en manos de Heydar Moslehi. Ayer un miembro influyente de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento, Hassan Sobhaninia, adelantó que habrá resistencia a esa designación. “Según la ley, el ministro de Información debe ser un mojtahed (religioso apto para interpretar la ley islámica), el presidente no cumple con esta condición”, advirtió el diputado.

Los sectores conservadores ya habían conseguido que Ahmadinejad diera marcha atrás con la designación de su vice, quien había propuesto un acercamiento a Israel.