EL MUNDO › OPINIóN
› Por Manuel Justo Gaggero *
Honduras es un país de 112 mil kilómetros de superficie y casi siete millones de habitantes. El 75 por ciento está por debajo de la línea de pobreza y el 10 por ciento concentra el 90 por ciento de la riqueza.
Esta región, antes de la llegada de los españoles, estaba habitada por los chibchas, los lencas y los mayas. Al norte se encuentra la ciudad de Copan en la que se conservan ruinas de la civilización maya, entre ellas, el Templo de los Jeroglíficos y el campo de juego de pelota.
El primer europeo que llegó a esta zona fue Américo Vespucio en 1498. Luego en su último viaje a América lo hará Cristóbal Colón en 1502. Primero Hernán Cortés y luego Pedro Alvarado serán los encargados de la conquista definitiva del territorio hondureño, pese a la encarnizada resistencia de los pueblos originarios liderados por el cacique Lempira; esa es la denominación de la moneda de esta nación.
En 1821 se independiza de España, junto con las demás naciones de América latina. El libertador Francisco Morazán intenta constituir una Federación de naciones centroamericanas, intención que es boicoteada por Inglaterra que pasa a tener una dominación indirecta sobre esta franja del territorio latinoamericano hasta finales del siglo XIX.
En el penúltimo año de ese siglo se registra la penetración de la United Fruit Company, corporación norteamericana que se adueña de enormes extensiones de tierras, de puertos, barcos y de las decisiones políticas más importantes: la designación de legisladores y presidentes. Sin lugar a dudas esta empresa –hoy United Branda– fue el oculto protagonista de la historia de esta Nación, rol que actualmente intenta tener junto al Pentágono y la CIA.
En 1924 ante la proclamación de la dictadura de Rafael López Gutiérrez y la indefinición respecto del resultado de las elecciones llevadas a cabo un año antes, los marines norteamericanos desembarcan en Tegucigalpa cumpliendo instrucciones de la Casa Blanca a los efectos de establecer un régimen de gobierno estable durante el cual la United Fruit logra el monopolio de la producción bananera al adquirir a su competidora, la Cuyamel Fruit Co, e imponer un gobierno fuerte encabezado por Tiburcio Arias que gobierna hasta 1949 sin ocultar sus simpatías por el fascismo europeo.
En los próximos años se alternan en el gobierno los dos partidos mayoritarios: Liberal y Nacional, ambos liderados por terratenientes que no cuestionan la dependencia de los Estados Unidos.
En 1959, al producirse la Revolución Cubana que derroca al dictador Fulgencio Batista, la CIA amplía su presencia en esta nación y es desde su territorio que se organiza y se lanza la fracasada invasión de Playa Girón, en abril de 1961. El presidente Manuel Zelaya viajó especialmente a Cuba para entrevistarse con Fidel Castro a principios de este año, a fin de pedir disculpas al pueblo cubano en nombre de los hondureños por el rol que había cumplido su nación en las continuas agresiones a la isla del “gran lagarto verde”.
Veinte años más tarde, al triunfar la Revolución Sandinista en Nicaragua, el Pentágono instala una base militar en territorio hondureño en la localidad de Soto Cano a los efectos de asistir y respaldar a los ex guardias nacionales nicaragüenses que realizaban incursiones en el territorio de esa nación, asesinando brigadistas, alfabetizadotes y campesinos. En estas agresiones colaboraban militares argentinos encabezados por el coronel Balin. El comandante de los contras de apellido Bravo fue “ejecutado” por un comando de guerrilleros argentinos que habían participado en la ejecución del ex dictador Anastasio Somoza, llevada a cabo en Asunción del Paraguay el 17 de septiembre de 1981.
Esta historia demuestra que el golpe encabezado por Roberto Micheletti y en el que participó activamente el general Romeo Vázquez, jefe de las Fuerzas Armadas, educado en la Escuela de las Américas, imputado de crímenes de lesa humanidad por el secuestro y desaparición de centenares de integrantes del Frente de Unidad Nacional de Campesinos de Honduras, del Frente Morazanista de Liberación Nacional, del Movimiento de Liberación Chinchonero, entre otras organizaciones populares, no actuó sin conocimiento del Pentágono norteamericano y a ello se debe el doble discurso del presidente Obama.
El presidente constitucional de esta sufrida nación centroamericana realizó durante su gestión importantes reformas tendientes a mejorar la situación social de las poblaciones más vulnerables y al lograr una provisión de petróleo a un precio inferior al del mercado gracias a la gestión solidaria del presidente Hugo Chávez de la Venezuela bolivariana equilibró el presupuesto suprimiendo el déficit crónico. En ese marco solicitó su incorporación al ALBA y reafirmó una postura de relaciones de igual a igual con los EE.UU., que no fue del agrado de la Casa Blanca. La CIA, ante al triunfo del Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí en El Salvador y la consolidación del gobierno sandinista en Nicaragua encabezado por Daniel Ortega, pretende que Honduras juegue un rol diferente para poder desestabilizar la región. Prueba de ello es que el primer destino de Zelaya fue la base militar de Soto Cano, a la que fue trasladado por los militares golpistas. Esto explica y confirma que la Agencia está en acción.
* Abogado y ex director del diario El Mundo.
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