La Cámara de Diputados colombiana mantenía en vilo al presidente Alvaro Uribe anoche. Por tercera vez, los legisladores se reunieron para debatir el referéndum que podría autorizar un tercer mandato del hombre que gobierno Colombia desde 2002. Al cierre de esta edición, los medios locales estimaban que el oficialismo lograría votar pasada la medianoche, aunque nadie se animaba a pronosticar un resultado.

A pesar de las dudas, ayer la oposición dio por primera vez señales de estar cediendo. Al inicio de la sesión el presidente del Partido Liberal de la oposición y miembros del semioficialista Cambio Radical se reunieron a puertas cerradas y acordaron no dilatar más el debate. Los liberales habían retrasado la votación impugnando a los legisladores que están siendo investigados por la supuesta compra de votos en la reforma constitucional de 2006, que habilitó la reelección presidencial.

Anoche aún faltaba habilitar a tres legisladores. Si los liberales ceden, el pleno pasaría directamente a debatir el referéndum y a votarlo. Según los medios colombianos, aún le faltan un puñado de votos. Sin embargo, el Polo Democrático, la única fuerza de izquierda en el Congreso, ayer daba por descontada la aprobación del proyecto y, por eso, tenía planeado presentar dos recusaciones a último momento. Si logra imponer un nuevo debate sobre la habilitación de otros dos legisladores, la sesión podría prolongarse aún más y la presidencia de la Cámara tendría que llamar a un cuarto intermedio hasta mañana o incluso la próxima semana.

Como si esta traba no fuera suficiente, una nueva batalla se destapó entre los partidos de la coalición que llevó a Uribe al poder en 2006. Ayer el comité de ética del partido Cambio Radical les quitó el derecho a voto a cinco congresistas, que abandonaron la bancada la última semana para sumarse a la ultraoficialista La U.

Cada pelea y cada traba desvelan a Uribe, quien se está jugando su última carta para mantenerse en el gobierno después de las elecciones de 2010. La aprobación del Congreso es apenas un primer paso para llegar a los comicios. Una vez que Diputados lo apruebe, debe pasar por el Tribunal Constitucional y luego ser ratificado en una consulta popular. Todo eso debe suceder en los próximos meses, antes de que caduque el plazo para presentar las candidaturas.