La presidenta chilena, Michelle Bachelet, recordó a Salvador Allende en un nuevo aniversario del golpe que lo derrocó y lo ejecutó. “Fue un símbolo de consecuencia y de un pueblo que no renuncia a su libertad”, aseguró la mandataria, que también perdió a su padre, un oficial de la Marina, a mano de los golpistas. Bachelet habló desde la Casa de la Moneda, a la que calificó como un símbolo mundial de la resistencia democrática. Hace treinta y seis años, cuando Allende se negó a renunciar a la presidencia chilena, Augusto Pinochet dio la orden de bombardear el palacio presidencial hasta que se entregara. Nunca lo hizo. “Sus familiares ingresan hoy a La Moneda con la frente en alto, con el orgullo del que no claudicó, el orgullo del patriota, el orgullo del hombre y la mujer leal. Como presidenta de la república les digo a ustedes, hombres y mujeres de tanto valor que están aquí, familiares de aquellos mártires de la democracia, que la historia les guardará un espacio muy especial en sus páginas”, señaló Bachelet, quien por momentos tuvo que tomarse unos segundos para contener la emoción.