En un sorpresivo anuncio, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala informó que detuvo a los asesinos de Rodrigo Rosenberg, el abogado que culpó de su muerte en un video al presidente Alvaro Colom. Se trata de siete personas, seis ex policías y un suboficial del ejército retirado. Según explicó una fuente cercana a la investigación a Página/12, la comisión tiene pruebas suficientes para procesar por homicidio a tres de ellos y el resto podría ser juzgado por complicidad, ya que los siete pertenecen a una conocida banda de sicarios, sospechada de varios casos de extorsión, narcotráfico y asesinatos.

El jefe de la comisión, el jurista español Carlos Castresana, no dejó lugar a dudas sobre la culpabilidad de los detenidos, pero advirtió que sólo son los autores materiales. “La investigación sigue su curso. No podemos confirmar ni descartar cualquier hipótesis”, dijo, cuando le preguntaron si esto lo liberaba de la sospecha al presidente Colom.

A mediados de mayo pasado, los guatemaltecos se quedaron absortos frente a la pantalla de sus televisores. Todos los noticieros repetían una y otra vez el video casero de Rosenberg. “Si están escuchando y viendo esto es porque me han asesinado y los responsables son el presidente Alvaro Colom y su esposa”, aseguraba el abogado, sentado a un escritorio, mirando de frente a la cámara. Lo había grabado apenas dos días antes de que lo acribillaran un domingo a la tarde cuando volvía a su casa después de un paseo en bicicleta.

Castresana tuvo que actuar de apuro, porque según la fuente cercana a la investigación, tenía pruebas de que la misma banda de sicarios estaba a punto de asesinar a otras dos personas. “Por eso todavía no se pueden adelantar muchas cosas; aún no arrestamos a los autores intelectuales”, explicó la fuente.

En una conferencia de prensa, el juez español informó que ayer se realizaron catorce allanamientos en la capital guatemalteca y en otras ciudades del país y se giraron nueve órdenes de captura. Se incautaron fusiles y se detuvo a siete de los nueve miembros identificados de la banda de sicarios. “El mensaje hoy (por ayer) para Guatemala es que ustedes pueden estar tranquilos, hoy su policía, su Ministerio Público y sus fuerzas armadas han detenido a los asesinos en uno de los casos que no han conmovido sólo a Guatemala sino a toda la comunidad internacional”, aseguró Castresana, quien trabaja en el país centroamericano con el apoyo de la ONU.

El juez prometió llegar hasta los autores materiales del asesinato, pero reconoció que eso podría llevar años. En el video, Rosenberg no sólo acusó al presidente Colom de querer asesinarlo, sino que denunció un sistema de corrupción dentro del gobierno. Según el abogado, el presidente, la primera dama y sus asesores más cercanos ya habían asesinado a un empresario y a su hija para encubrir el desvío de millones de dólares de fondos estatales, que eran depositados en un banco mixto –de capitales estatales y privados– para financiar programas sociales fantasmas.

“Por lo menos hoy (por ayer) podemos ofrecer este resultado y garantizar que esta estructura no volverá a matar a nadie más”, se contentó, por ahora, Castresana. El presidente guatemalteco, quien desde mayo apostó por mantener un bajo perfil, guardó silencio ayer.