EL MUNDO › EL COMANDANTE DE EE.UU. PIDIó REFUERZOS A LA OTAN PARA AFGANISTáN
Obama siguió evasivo sobre la decisión que planeaba tomar en Afganistán. “No vamos a pensar que con sólo mandar más tropas automáticamente lograremos estar más seguros”, dijo.
› Por Kim Sengupta *
Un informe confidencial del comandante estadounidense de las fuerzas de la OTAN en Afganistán advirtió que probablemente la guerra “resulte un fracaso” dentro de un año para Occidente sin los refuerzos urgentes. El general Stanley McChrystal también afirmaba en el documento que se filtró que la marea a favor del talibán no se podría revertir sin cambios estratégicos. En su sombría evaluación, que debe moldear la política del presidente Barack Obama en Afganistán, el general declaró: “El fracaso de ganar la iniciativa y revertir el impulso insurgente en el futuro próximo (los próximos 12 meses) pone de manifiesto que ya no sea posible derrotar a la insurgencia. Aunque se haya logrado cierto progreso con esfuerzo y sacrificio, muchos indicadores sugieren que el esfuerzo total se está deteriorando”.
El informe, que se filtró al The Washington Post y fue confirmado por la oficina del general McChrystal como genuino, fue enviado a la Casa Blanca en agosto. Durante el fin de semana, Obama siguió evasivo sobre la decisión que planeaba tomar en Afganistán. “No vamos a poner el carro delante del caballo y pensar que con sólo mandar más tropas automáticamente lograremos que los estadounidenses estén más seguros”, dijo. “No quiero poner el asunto de los recursos antes del asunto de la estrategia.” Ayer dijo que el informe no había provocado hasta ahora un pedido formal de tropas adicionales.
The Independent había revelado previamente que el general McChrystal les había dicho a los altos funcionarios afganos que pediría 20.000 tropas internacionales más para ejecutar sus planes. Las fuentes militares dijeron que Gran Bretaña probablemente contribuyera con unos 2000 soldados.
La nueva estrategia del general McChrystal resultaría en que más tropas occidentales estarían más expuestas a las bombas a los lados del camino. Enfatizó que los soldados tendrían que cambiar su cultura de las operaciones, pasando “el menor tiempo posible en vehículos blindados y detrás de las paredes de una base de operaciones de vanguardia”. Esto significará mayores riesgos, pero la OTAN “no tendrá éxito si no está dispuesta a compartir riesgos, por lo menos en forma equitativa, con el pueblo”.
Como resultado de estar “preocupados por la protección de nuestras propias fuerzas –establece el informe–, hemos operado de una manera que nos ha distanciado –física y psicológicamente– de la gente a la que tratamos de proteger. El personal de ISAF (Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional) debe ser visto como huésped del pueblo afgano y de su gobierno, no como un ejército ocupante”.
El cambio estratégico, enfatizó, era tan crucial como los números adicionales. Bob Woodward, el periodista que obtuvo una copia del informe, dijo: “McChrystal dice que si no se apoya esta estrategia total de contrainsurgencia, no le den las tropas porque no funcionará”.
Este año ha sido el más letal para las tropas internacionales desde la invasión de 2001, con más de 350 soldados muertos. El general McChrystal advirtió sobre el creciente número de muertos y dijo que había que enfatizar ganar sobre los insurgentes moderados. Esa estrategia es similar a la que el hombre encargado de llevar a cabo este proceso, el teniente general británico Sir Graeme Lamb, le expresó a The Independent la semana pasada, cuando dijo que “algunos combatientes jóvenes no han hecho nada mal y nos debemos ocupar de sus dolores”.
El general McChrystal dijo que la OTAN “requiere un programa creíble para ofrecer a los insurgentes incentivos razonables para dejar de luchar”. Tendrán que aprender que “ahora hay tres resultados en lugar de dos” para los combatientes enemigos: no sólo la captura o la muerte, sino también la “reintegración”.
Subrayando que las reformas políticas eran tan importantes como las militares, el jefe de ISAF presentó un cuadro sombrío de una sociedad fracturada con el gobierno afgano del presidente Hamid Karzai, envuelto en corrupción. El resultado ha sido “una crisis de confianza entre los afganos –tanto en su gobierno como en la comunidad internacional– que socava nuestra credibilidad y envalentona a los insurgentes.
Los refuerzos endurecerán la resolución, dijo. Los republicanos saludaron cautelosamente la perspectiva este fin de semana. Pero el senador Lindsey Graham dijo: “El general McChrystal está listo para apretar en la tecla de envío en términos de cuántas tropas necesita, y cuando más se tarda, más difícil es”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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