EL MUNDO › LOS MOVIMIENTOS SOCIALES ELABORAN “MANDATOS” PARA RECIBIR A SIETE DE LOS PRESIDENTES BOLIVARIANOS
Más de seiscientos delegados de treinta países empezaron a redactar documentos para entregar a los presidentes que debatirán sobre soberanía alimentaria, bases militares, Honduras, empleo, cambio climático y la creación de una moneda regional.
› Por Sebastián Ochoa
Desde Cochabamba
La plaza huele a pasto recién cortado, los vecinos riegan sus plantas y cientos de policías inundan esta ciudad, por lo general tranquila, con ansias de controlar a los miles de participantes de las cumbres de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Una de ellas reunirá hoy y mañana a un grupo de presidentes que debatirán sobre soberanía alimentaria, bases militares, Honduras, empleo, cambio climático y la posible instauración del Sucre, una moneda regional para sustituir al dólar y al euro. Otra cumbre, de movimientos sociales, comenzó ayer para elaborar “mandatos” que los jefes de Estado deberían cumplir. El presidente Evo Morales definió al ALBA como “un sindicato de presidentes que luchamos por la unidad latinoamericana, en defensa de nuestros recursos naturales, para que nunca más caigan en manos de los intereses imperialistas y transnacionales”.
Hasta ayer habían confirmado su presencia siete presidentes de los nueve que integran el bloque: Bolivia, Cuba, Ecuador, Honduras, Antigua y Barbuda, Nicaragua, San Vicente y Granadinas, Venezuela y Dominica. También fueron invitados los presidentes de Paraguay, Uruguay y Rusia, cuya participación aún no está asegurada.
El primero en llegar fue el ecuatoriano Rafael Correa, quien visitó la mina de Huanuni, en el departamento de Oruro, para conocer la experiencia de Bolivia. Correa impulsa la implementación de la “minería responsable” en su país, pese a las críticas de indígenas y grupos ecologistas. Hace dos semanas, murió una persona en medio de protestas contra la política gubernamental minera y de manejo del agua.
El canciller, David Choquehuanca, indicó que Correa “tiene interés en conocer cuál es el proceso de recuperación de las empresas estratégicas”.
Al llegar al aeropuerto de Wilsterman, Correa dijo que la ALBA “no es para crear competencia ni para convertir a las naciones en simples mercados de consumo donde los más grandes o desarrollados impidan el crecimiento de los que están en vías de desarrollo”.
Choquehuanca comentó que en la cumbre de presidentes está agendada la conformación del Sistema Unificado de Compensación Regional (Sucre), como un primer paso para deshacerse del dólar. El Sucre se restringiría al pago de operaciones entre los bancos centrales de los países del bloque. Se convertiría a una moneda corriente en la región de aquí a un número indefinido de años –el canciller mencionó el caso de Europa, donde el euro tardó “20 años” en imponerse–. Morales propuso que esta moneda se llamara “pacha”, que en el idioma quechua se refiere al equilibrio.
Los presidentes analizarán la viabilidad de crear un banco de la ALBA, que comenzaría con una base de 850 millones de dólares. La cumbre incluirá un encuentro de empresarios de la región, donde se prevé mover más de 30 millones de dólares.
Al final del encuentro, los presidentes firmarán varias declaraciones. Una de ellas se referirá a la situación de Honduras, donde un golpe de Estado desplazó al presidente Manuel Zelaya hace más de tres meses. También emitirán un documento sobre la instalación de bases norteamericanas en Colombia y en la región. Y analizarán estrategias para industrializar la zona, de modo “que ayude a terminar con la pobreza pero respetando la Madre Tierra”, dijo el canciller.
La séptima Cumbre de Presidentes se enmarca en “un proyecto muy importante para construir un nuevo modelo, una nueva alternativa frente a los modelos depredadores como el capitalismo, que ha generado desequilibrios”, dijo Choquehuanca.
Ayer comenzaron las reuniones de ministros y cancilleres para alisar las declaraciones. El secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de la ALBA, el venezolano Amenothep Zambrano, dijo a este diario que elaborarán propuestas de producción de “alimentos para la vida, no alimentos para combustibles. Tenemos el reto de mejorar la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria de los pueblos”.
Según Zambrano, también debatirán sobre la instalación de programas sociales, la legalidad de la hoja de coca, cultura y realizarán una declaración sobre los derechos de la Madre Tierra. También buscarán unificar un criterio sobre el cambio climático, que llevarán a la próxima convención de las Naciones Unidas sobre el tema, a desarrollarse durante diciembre en Copenhague, Dinamarca.
En la Casa Campestre, más de 600 delegados de organizaciones sociales de 30 países empezaron a redactar documentos para entregar a los presidentes. Isaac Avalos, coordinador del encuentro, es también secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y candidato a senador para las próximas elecciones generales de diciembre.
“Antes había otras cumbres que las organizaciones armábamos en paralelo a las de los presidentes. Hacíamos propuestas, pero no querían aceptar nada. Las conclusiones a las que lleguemos en estos días van a ser entregas a los presidentes como mandatos de las organizaciones sociales, para que las apliquen los estados. “Avalos indicó que aspiran a participar de las cumbres de presidentes para hacer oír directamente sus propuestas “y acabar así con los sinvergüenzas que se robaron el oro, la comida, el agua. Vamos a luchar para que esos de allá el norte, Asia y Europa reparen los daños que cometieron en América latina”.
Los presidentes y las organizaciones se encontrarán el sábado en el estadio Félix Capriles, donde se reunirían 40 mil personas para escuchar discursos y entregar los mandatos a los jefes de Estado.
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