La restitución de Manuel Zelaya parece cada día más difícil y las críticas crecen entre los demócratas más progresistas en Washington. Ayer tanto la Corte Suprema como la Procuraduría Nacional hondureña anunciaron que aplazarían su decisión para la semana próxima, lo que terminó de descartar una posible votación en el Congreso en los días a venir. A 17 días de los comicios, la vuelta del presidente constitucional ya no se discute en los medios de comunicación hondureños, que se sumergieron de lleno en las frenéticas campañas para presidente, diputados y alcaldes. Sin embargo, dos demócratas, el senador y ex candidato presidencial John Kerry y la congresista de Illinois Janice Schakowsky, pidieron no olvidarse de Zelaya ni de la democracia hondureña.

La visita del último enviado del gobierno de Barack Obama, el funcionario del Departamento de Estado Craig Kelly, no parece haber surtido efecto. Los golpistas, en vez de apurar los tiempos y forzar la votación en el Congreso para devolver la presidencia a Zelaya, hicieron todo lo contrario. La Corte Suprema anunció que delegará la decisión sobre la vuelta del presidente en una comisión, que en principio recién tendría la respuesta el miércoles próximo. La Procuraduría, en tanto, se pronunciará el lunes, según informó la procuradora Rosa América Miranda de Galo. De la Fiscalía Nacional, la otra institución que fue consultada por el Legislativo, aún no se sabe nada.

Los golpistas no muestran ningún apuro y, según el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, es porque la Casa Blanca ya se comprometió a reconocer las elecciones del 29 de noviembre. “Reconocer las elecciones previstas para el 29 de noviembre aun cuando el régimen de facto no cumpla con sus compromisos bajo el acuerdo Tegucigalpa-San José, causó el fracaso del acuerdo”, criticó John Kerry, un hombre que representa el ala más progresista dentro del partido de Obama.

La congresista Janice Schakowsky también mostró su enojo durante la reunión que mantuvo ayer con Zelaya en la embajada brasileña en Tegucigalpa. La legisladora demócrata representa a Illinois, el mismo estado de donde es oriundo Obama. “El presidente debe ser restituido y pido acciones más rápidas del Congreso hondureño”, reclamó. Lejos de los micrófonos, la legisladora también prometió extender el reclamo a su propio gobierno.