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› GRAN APOYO A LULA, Y UN ROCE CON EL GOBERNADOR ITAMAR FRANCO
El presidente más grande del mundo
Un 67 por ciento de los brasileños cree que Lula ejercerá un buen gobierno y un 73 por ciento que mejorará la calidad de vida. El presidente electo es tratado en las calles como una estrella de cine.
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, enfrentó ayer el primer llamado de atención a su conducción política antes de asumir el 1º de enero, de parte del ex presidente y actual gobernador de Minas Gerais Itamar Franco, quien amenazó con retirar su apoyo al futuro gobierno. Franco acusó al coordinador del equipo de transición de Lula, Antonio Palocci, de tratarlo “como adversario”, al estimular el veto del Congreso a una transferencia financiera del Tesoro Federal al estado de Minas Gerais y apeló a la vía judicial en su causa. Pero la buena estrella –icono de su campaña– acompaña a Lula: según un sondeo de IBOPE el 67 por ciento de los brasileños cree que ejercerá un buen gobierno y un 73 por ciento que mejorará la calidad de vida.
El sondeo fue realizado casi un mes después de que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) venciera en las elecciones presidenciales del 27 de octubre con el 61,27 por ciento de los votos. Según esa encuesta, de los 2000 entrevistados durante el 14 y 17 de noviembre, un 74 por ciento confía en el próximo gobierno, contra un 20 por ciento que no cree en sus promesas; además un 21 por ciento piensa que será “regular” y apenas un 4 por ciento espera una mala gestión. La gran expectativa que despierta el gobierno de Lula es comprobada diariamente en las calles, en donde el presidente electo, tratado como una estrella de cine, es detenido por multitudes en busca de autógrafos y fotografías.
A su vez la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil manifestó su optimismo sobre el gobierno que encabezará el ex tornero metalúrgico. El presidente de la asociación brasileña de los llamados príncipes de la Iglesia Católica, Jayme Chemello, destacó el hecho de que la anunciada prioridad de Lula será un programa de combate a la pobreza (Hambre Cero) frente al flagelo que sufren unos 22 millones de brasileños.
En tanto, Itamar Franco llevó su indignación a la Justicia para lograr la liberación del dinero, sin el cual afirma que no podrá honrar el pago del aguinaldo a los funcionarios públicos provinciales. El gobernador sostiene que es “acreedor” del Tesoro, ya que utilizó esos recursos financieros del Estado de Minas Gerais en obras de recuperación de carreteras federales. En una nota oficial divulgada ayer, Franco consideró “lamentable” el “incumplimiento del compromiso asumido” por el saliente mandatario Fernando Henrique Cardoso. Afirmó que “aún más incómodo, por el empeño que tuvimos en favor de la candidatura de Lula, es que el PT nos trate como adversarios”.
A todo esto, Lula anunció que hará una “consulta calificada” para cubrir los más de 22.000 cargos de su gobierno, privilegiando a funcionarios de carrera y no a partidismos. “Nadie va a ser elegido por petista o por ser de oposición”, le adelantó Lula a los parlamentarios que integrarán la bancada del PT el año próximo, a quienes reunió ayer en Brasilia. Esa consulta será llevada adelante por el equipo de transición del PT para elegir a los funcionarios que ocuparán los cargos de segundo y tercer nivel en cada uno de los 26 ministerios del gobierno federal. Lula, que reservó para sí la elección de cada uno de sus ministros, aseguró a todos los parlamentarios, y a los dirigentes del PT en general, que serán escuchados a la hora de proponer personas para cada uno de los cargos de niveles inferiores. Con el sistema elaborado por el PT, los ministros que designe Lula no tendrán autonomía para nombrar a sus colaboradores, en un intento por evitar que privilegien aliados políticos por sobre cuadros técnicos y formen así “feudos” en cada ministerio.
El presidente del PT, José Dirceu, confirmó que cuando Lula asuma todo el primer escalón de su gobierno ya estará designado, pero los niveles inferiores se completarán sólo a finales de marzo. “Es mejor demorarse un poco más, que equivocarse”, agregó Palocci, el coordinador de los equipos de transición y mentado como futuro ministro de Hacienda, aunque su nombramiento aún no fue oficializado.