Cuatro palestinos murieron ayer en enfrentamientos entre soldados israelíes y activistas armados en diversos puntos de Gaza y Cisjordania. Por otra parte, el Ejército israelí ordenó ayer la demolición de 15 casas palestinas deshabitadas, según ellos, y situadas cerca de la colonia judía de Kyriat Arba, a las afueras de Hebrón (Cisjordania), y en la Tumba de los Patriarcas, también en la ciudad. El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, acusó al gobierno israelí de expulsar a los palestinos de Hebrón y “judaizar la ciudad con sus colonos”. Gracias a un acuerdo con la Autoridad Palestina, Israel evacuó en 1997 un 80 por ciento de Hebrón pero sigue manteniendo un enclave en torno a la Tumba de los Patriarcas, donde 600 colonos viven rodeados de 120.000 palestinos. El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, pidió ayer a Israel que investigue la demolición, el sábado, por parte de sus Fuerzas Armadas de un depósito de la ONU con más de 500 toneladas de alimentos para palestinos desamparados.