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› UNITED AIRLINES, SEGUNDA AEROLINEA, EN BANCARROTA TECNICA
Cómo derribar la economía de EE.UU.
La decisión de George W. Bush de rechazar un crédito para United Airlines precipitó una caída en cascada de todos los mercados.
George W. Bush dio ayer el tiro de gracia al golpe iniciado por Osama bin Laden el 11 de septiembre de 2001: el gobierno rechazó avalar un crédito por 1800 millones de dólares a United Airlines, la segunda aerolínea más grande del país, lo que la deja a un paso de la bancarrota. La idea de Bush era favorecer a los buitres aeronáuticos que estaban esperando hacerse con lo que quede de United, pero en lo inmediato la movida arrastró a varias empresas del sector aeronáutico e industrial, como Boeing, United Technologies y Honeywell International, que a su vez hundieron todos los índices en los mercados.
La decisión del gobierno cayó como un jarro de agua fría y a la apertura del mercado los inversores comenzaron a deshacerse de UAL, compañía matriz de United Airlines. La Bolsa de Nueva York, el New York Stock Exchange (NYSE), paralizó durante varias horas la cotización de las acciones después de caer más de un 50 por ciento de su valor al inicio de la sesión. Cuando regresaron al mercado continuaron su devaluación y al cierre las acciones de UAL cedieron 2,11 dólares y se quedaron en los 1,01 dólares por acción, lo que representa una caída de un 67,63 por ciento de su valor. Esto arrastró a compañías del sector aeronáutico, como la fabricante de aviones Boeing, que perdió 97 centavos por acción y fijó su precio en los 32,96 dólares por título. También llevó a la caída a otras firmas, como los conglomerados industriales United Tecnologies y Honeywell, que también participan en la fabricación de aviones. Las acciones de United Tecnologies perdieron 1,59 dólares y quedaron a 61,16 dólares por título, mientras que las de Honeywell bajaron 67 centavos y quedaron a 24,33 dólares.
El crítico efecto bursátil de la decisión sobre United se vio complicado por el hecho de que algunas firmas de ventas al por menor señalaron que en las últimas semanas su volumen de negocio había descendido, lo que alerta sobre una caída del consumo. El consumo, que supone los dos tercios de la economía de Estados Unidos, ha encabezado la recuperación económica este año, pero en el mercado existe la preocupación de que ahora empiece a dar síntomas de debilidad. Wal-Mart anunció que las ventas aumentaron en las últimas semanas un 2,6 por ciento, pero había previsto que fueran de entre 2 y 4 por ciento, lo que unido a los anuncios de otras firmas confirmaba a muchos la debilidad del consumo. Las acciones de Wal-Mart cayeron 1,42 dólares y se quedaron en los 53,02 dólares.
Todo ello llevó a la baja generalizada y, según cifras definitivas, el índice Dow Jones de Industriales, el más significativo de Wall Street, bajó 114,57 puntos (un 1,31 por ciento) hasta los 8.623,28 puntos, tras perder ayer otros 5,15 puntos. En el sector tecnológico, la fabricante de microprocesadores Intel fue una de las más afectadas al caer sus acciones 78 centavos y quedar a 18,96 dólares por título. El mercado del Nasdaq, donde cotizan la mayoría de las empresas de nuevas tecnologías, ordenadores e internet, siguió la estela del Dow Jones y restó 19,57 puntos (un 1,37 por ciento) para quedar en las 1.410,78 unidades, tras caer ayer 18,87 puntos. De esta forma, el mercado cerró a la baja por cuarto día consecutivo, lo que parece que pondrá freno a las ocho semanas de subida que había registrado hasta el momento.
Durante los últimos meses, el índice de confianza de los consumidores también tendió a registrar en forma consistentemente negativa. Y la dramática decisión de la Reserva Federal de bajar medio punto la tasa de interés –dejándola en sólo 1,25 por ciento, el nivel más bajo desde la presidencia de John Kennedy– no logró ninguna reactivación medible en la actividad económica.
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