Desde Santiago

La bancada del Partido Radical –el partido más pequeño de los cuatro de la Concertación– firmó ayer temprano un acuerdo de administración de la Cámara de Diputados junto a las bancadas derechistas Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) –ambas coaliciones que dan las espaldas a Piñera– junto al Partido Regionalista Independiente (PRI), integrado por antiguos concertacionistas que se escindieron.

El acuerdo causó revuelo político por la adhesión de los radicales al bloque aliancista a sólo días de la elección que puso a Sebastián Piñera en la presidencia de la república.

“Traición”, acusaron los diputados DC Pablo Lorenzini y Eduardo Díaz y pidieron a la presidenta Michelle Bachelet que saque inmediatamente del gabinete a los miembros radicales. Asimismo, dijeron que el acuerdo se tomó a espaldas de los partidos de la Concertación, por lo que llamaron a renunciar a sus presidentes. A su vez, el diputado radical Alberto Robles se marginó del acuerdo, pues lo consideró “una vergüenza”, adelantando que se presentará a la presidencia de su partido en las próximas elecciones.

El acuerdo definió que en el 2010 un miembro del PRI ocupará la presidencia de la Cámara, un RN la primera vicepresidencia y un UDI la segunda vicepresidencia. En el 2011 presidirá un UDI, un radical estará en la primera vicepresidencia y un RN en la segunda vicepresidencia. En el 2012 un diputado RN estará en la presidencia, un UDI en la primera vicepresidencia y un radical en la segunda vicepresidencia. Mientras que para 2013 habrá un UDI en la presidencia, un RN en la primera vicepresidencia y un miembro del comité PRSD-PRI en la segunda vicepresidencia.

El enredado puzzle político fue defendido por el presidente interino del PR, Fernando Meza, pues a su juicio, “debemos darle gobernabilidad a la Cámara. Nosotros tenemos domicilio en las fuerzas progresistas de Chile. Como también tiene domicilio el Partido Socialista cuando integra la mesa de la Cámara con la UDI. Entonces no entiendo por qué cuando lo hacemos los pequeños es un delito, y cuando lo hacen los mayores no es delito”, manifestó Meza.

Cuando el polvo que levantó ese pacto aún no se disipaba, un vuelco de último minuto de Meza enredó más las cosas. A través de un comunicado convocó a la directiva de su partido para revisar el acuerdo, ya que éste, explicó, sólo sería la expresión de una voluntad de los diputados radicales y no algo que apoye institucionalmente el partido.

“El Partido Radical, que institucionalmente yo dirijo en estos momentos, no está de acuerdo con esta decisión de algunos parlamentarios. Y esto es democracia; por lo tanto, institucionalmente vamos a revisar este acuerdo. Lo que resulte de esa revisión será el rechazo o la aceptación del mismo”, dijo, dando una voltereta de 180 grados.

El comunicado también consigna que los partidos de la Concertación sólo cuentan con 54 representantes en la Cámara de Diputados, por lo que imprescindiblemente necesitarían del apoyo de los tres parlamentarios de PC y de los cuatro del PRI para conseguir la mayoría y así acceder a la jefatura.

En medio de estos aires de derrocamiento, los jefes de bancada de la UDI y RN no desaprovecharon la oportunidad y recordaron que ya antes hubo un acuerdo similar con la Concertación hace dos años.