Mar 23.02.2010

EL MUNDO  › LA OTAN OTRA VEZ BOMBARDEó A CIVILES EN AFGANISTáN

Un error que causó 27 víctimas

Las víctimas del convoy incluyen a mujeres y niños. La OTAN confundió a los civiles con insurgentes de los talibán. Con éste, son tres los ataques errados en siete días, y contradice el argumento de que se protege a la población afgana.

› Por Julius Cavendish *

Desde Kabul

Un nuevo error en un ataque aéreo en Afganistán asestó un duro revés a la OTAN, ya que es la tercera de esas equivocaciones en una semana, con Kabul afirmando que el bombardero dejó 27 muertos civiles, incluyendo a mujeres y niños. Los funcionarios del gobierno afgano dijeron que aviones de la OTAN atacaron un convoy de tres vehículos que transportaban a 42 personas, todos civiles, en la provincia montañosa de Uruzgán el domingo a la noche, después de confundirlos con insurgentes talibán preparándose para un ataque a las tropas de la OTAN.

El gabinete del presidente Hamid Karzai condenó “la repetida matanza de civiles por parte de las fuerzas de la OTAN”, la calificó como “injustificable” e instó a la coalición a que “coordinara y ejerciera el máximo cuidado antes de conducir ninguna operación militar” para evitar más muertes civiles. El error, el ataque más letal sobre civiles por las fuerzas de la OTAN en seis meses, es un bochorno para el comandante de la alianza, general Stanley McChrystal, cuya campaña contra la insurgencia está basada en proteger a los civiles más que en matar a los combatientes. Uruzgán también es la provincia afgana donde están operando las fuerzas holandesas de la misión de la OTAN. La matanza ocurrió un día después de que el gobierno holandés se dividiera sobre una misión militar que es profundamente impopular en los Países Bajos. La Haya anunció la retirada de los soldados de Uruzgán para fin de año. La crisis política holandesa y la fractura de la unidad de la OTAN amenazan la alianza transatlántica con la pérdida de 1600 soldados para fin de año y abre la perspectiva de que otros aliados nerviosos de Estados Unidos, como Canadá, Australia y Alemania, también se retiren.

Con tres ataques errados en siete días, el tema de las muertes civiles también está amenazando con ensombrecer la Operación Moshtarak, la ofensiva de la OTAN en marcha en Helmand y el más alto ejemplo de la nueva estrategia hasta la fecha. Diecisiete civiles han muerto en Helmand desde que comenzó la ofensiva, y los ataques aéreos a Uruzgán, aunque no están relacionados entre sí con la ofensiva, están socavando la afirmación de la OTAN de que está teniendo cuidado extremo para proteger a los civiles. Al mismo tiempo están exacerbando las tensiones entre el gobierno afgano y sus aliados extranjeros.

El general McChrystal se disculpó ante Karzai en el palacio presidencial y prometió que la OTAN tomaría parte en una investigación conjunta sobre lo que había sucedido. Emitió una disculpa pública también, diciendo: “Estamos profundamente apenados por la trágica pérdida de vidas inocentes. Expliqué claramente a nuestras fuerzas que estamos aquí para proteger al pueblo afgano y que matar o herir por error a civiles socava su fe y confianza en nuestra misión. Redoblaremos nuestros esfuerzos para volver a ganar su confianza”.

Desde que asumió el control de la misión de la OTAN en Afganistán el año pasado, el general McChrystal introdujo leyes más severas, limitando el uso de ataques aéreos y recortando el número de afganos muertos por las fuerzas extranjeras. El último incidente fue posterior al del jueves pasado, cuando, de acuerdo con la OTAN, una patrulla en la provincia del norte de Kunduz cayó bajo fuego. “La unidad requirió apoyo aéreo, y ésta lanzó artillería en apoyo de las tropas en contacto”, informó la OTAN. Más tarde, descubrió “que varios policías afganos había muerto y otros resultaron heridos en esa operación”.

Tres días antes, un ataque mató a cinco civiles en la provincia de Kandahar, después de que “una patrulla observara a individuos cavando un camino y creyó que los individuos estaban colocando un artefacto explosivo improvisado”. Dirigiéndose al Parlamento, Karzai advirtió que “necesitamos llegar al punto en que no haya muertos civiles. Nuestro esfuerzo y nuestra crítica continuarán hasta que hayamos alcanzado ese objetivo”.

Mientras criticaba a sus aliados, Karzai los sorprendía al remover unilateralmente a tres miembros extranjeros de un organismo de control antifraude que le quitó casi un millón de votos durante la fracasada elección del año pasado. Karzai también quiere limitar el número de mujeres parlamentarias y incrementar las barreras para que se postulen. Sin embargo, nada de esto les gustará a sus aliados occidentales.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère

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