Sáb 27.02.2010

EL MUNDO  › KHADAFI LANZó UNA YIHAD POR LA PROHIBICIóN DE MINARETES

Guerra santa contra Suiza

El líder libio calificó a Suiza de “impía y “apóstata” e instó a los países musulmanes a boicotear todos los productos de origen helvético. Las relaciones venían mal desde la detención, en julio de 2008, de un hijo de Khadafi en Ginebra.

En un acto público, el máximo dirigente libio, Muammar Khadafi, llamó a la guerra santa (yihad) contra Suiza, debido a la prohibición de ésta de construir nuevos minaretes, que fue votada en referéndum a finales de noviembre, con casi el 60 por ciento de los votos. Los nuevos proyectos de mezquita que se presenten deberán omitir ese símbolo. También instó a los países musulmanes a boicotear todos los productos de origen helvético.

Khadafi calificó a la Confederación de “impía y “apóstata”. “La yihad contra Suiza, contra el sionismo, contra la agresión extranjera no es terrorismo”, proclamó Khadafi en un discurso en Ben-ghazi, en ocasión de la fiesta que conmemora el nacimiento del profeta Mahoma. “Todo musulmán en cualquier parte del mundo que trata con Suiza es un infiel, está en contra del Islam, contra Mahoma, contra Dios, contra el Corán”, agregó el dirigente libio ante miles de personas.

El llamamiento de Khadafi llega “en un momento inoportuno” para la solución de los litigios diplomáticos entre Trípoli y Berna, consideró ayer el portavoz de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea. “Sí, es verdad, llega en un momento inoportuno, cuando la Unión Europea trabaja intensamente con Suiza para alcanzar una solución diplomática” a la crisis entre Suiza y Libia, estimó en rueda de prensa Lutz Güllner, portavoz de Catherine Ashton.

Las relaciones entre Berna y Trípoli se han deteriorado a raíz de la detención, en julio de 2008 en Ginebra, de un hijo del coronel Khadafi, Hannibal, ante una queja de dos empleados domésticos que lo acusan de malos tratos.

Las 48 horas que Hannibal Khadafi pasó detenido fueron seguidas de inmediatas represalias políticas y económicas. Poco después, las autoridades libias detuvieron a dos suizos, que fueron juzgados por “estancia ilegal” y por “ejercer actividades económicas ilegales”.

Después de diecinueve meses, durante los cuales Suiza les ha considerado “rehenes” del régimen de Khadafi, uno de ellos Rachid Hamdani pudo salir esta semana de Libia, mientras que el segundo, Max Goldi, fue trasladado a una cárcel de Trípoli donde deberá purgar cuatro meses de prisión.

Entre tanto, Suiza –como Estado miembro del Convenio Schengen (sobre entrada y tránsito en la Unión Europea)– aplicó una política restrictiva en materia de concesión de visados Schengen para entrar en territorio comunitario que incluyen a ciudadanos libios, a la cúpula del gobierno libio, incluido Muammar al Khadafi y su familia, medida que aumentó las diferencias. Esto enfureció a Libia, que el 14 de febrero decidió hacer lo propio con los europeos.

Alemania y España median desde hace algunas semanas en esta crisis e intentan facilitar un arreglo que ponga fin a la escalada del conflicto político.

El director general de la sede europea de la ONU, Sergei Ordzhonikidze, juzgó ayer “inadmisible” el llamamiento del líder libio a una “guerra santa” (yihad) contra Suiza. “Considero que tal declaración por parte de un jefe de Estado es inadmisible en el plano de las relaciones internacionales”, dijo el responsable de la ONU durante una rueda de prensa para presentar el informe anual de su oficina.

Ordzhonikidze también ofreció garantías sobre la seguridad del recinto de Naciones Unidas en Ginebra, en la que trabajan más de cuatro mil personas y en la que se realizan reuniones y conferencias internacionales de manera ininterrumpida. Aseguró que el sistema de seguridad en el complejo de edificios de la ONU es capaz de “prevenir cualquier amenaza”.

Ordzhonikidze dijo no tener conocimiento de la supuesta misiva enviada por el gobierno libio a la ONU solicitando transferir su sede europea de Ginebra a otro lugar fuera de Suiza.

Suiza recibió además ayer el apoyo de París y de Bruselas, tras el llamamiento a la guerra santa contra la Confederación por parte del número uno libio en plena crisis diplomática entre Berna y Trípoli. Francia considera “inaceptables” los llamamientos del máximo dirigente de Libia Muammar Khadafi a la guerra santa musulmana contra Suiza y estima que los dos países deben resolver sus diferencias a través de la negociación, indicó ayer el ministerio francés de Relaciones Exteriores.

“Tales declaraciones son inaceptables. Es a través de la negociación como se debe resolver el desacuerdo entre Libia y Suiza”, dijo el portavoz de la Cancillería, Bernard Valero, en rueda de prensa. “Apoyamos los esfuerzos emprendidos por la presidencia de la Unión Europea con esta finalidad”, recordó Valero.

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