Desde Medellín

El gobierno colombiano aceptó firmar un acuerdo para la liberación de dos secuestrados y la entrega de los restos de uno más, anunciadas por la guerrilla de las FARC hace once meses. Los militares estarían en libertad después de las elecciones parlamentarias del próximo fin de semana y se trataría de la última liberación unilateral de la guerrilla. El presidente Uribe, la senadora opositora Piedad Córdoba y las FARC han mantenido un tire y afloje por este gesto unilateral de los rebeldes que el gobierno consideró “engañoso” y proselitista.

Durante la temporada electoral, el gobierno negó el despeje militar de la zona donde se produciría la entrega de los hombres al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), aún desconocida por la opinión pública. Así se prolongó a casi un año la espera de los familiares de los retenidos que, según le anunciaron las FARC a Córdoba, serán liberados en dos entregas. Primero, el soldado Josué Daniel Calvo; después, el sargento Pablo Emilio Moncayo, y los restos mortales del mayor Julián Ernesto Guevara.

El primer operativo sería en “unas dos semanas” y tomaría hasta dos días, según la congresista liberal. “No hay posibilidad de que la liberación sea el domingo, ni siquiera el lunes. Pero ya con las coordenadas en nuestro poder comienza el proceso de liberación, que no creo que tenga reversa”, explicó en rueda de prensa junto a los integrantes del movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, que ha liderado las más recientes liberaciones. “Las coordenadas están en nuestras manos, cuando la operación esté en marcha las daremos a conocer en el aire a las autoridades”, agregó Córdoba, quien pidió al Ministerio de Defensa divulgar el protocolo de seguridad para la entrega de los rehenes.

“Las autoridades mantienen toda la disposición para avanzar en el proceso de liberación, después de las elecciones y con plenas garantías”, declaró el ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, minutos después de los anuncios de Córdoba, quien la semana pasada señaló que el gobierno pone “trabas” a esta liberación. “Con la Cruz Roja internacional se va a firmar hoy (ayer) un protocolo de coordinación. Nosotros siempre hemos estado listos para permitir la liberación de nuestros hombres”, enfatizó.

El estado de salud del soldado Calvo es delicado, según un comunicado de las FARC que se conoció el pasado lunes donde se asevera que debe ser cargado permanentemente por los guerrilleros. No se conoce información sobre la salud de Moncayo, quien ha sobrevivido una década en cautiverio y fue secuestrado a los 18 años, cuando custodiaba una base militar en el cerro de Patascoy, al sur de Colombia. Gustavo Moncayo, su padre, es conocido como el Caminante por la Paz y es uno de los más importantes activistas por las liberaciones hoy día. Para pedir la de su hijo, caminó durante 46 días desde el sur hasta Bogotá y visitó varios países de Sudamérica.

El ministro de Defensa le pidió a las FARC que no utilicen el argumento de las liberaciones para que el gobierno deje desprotegida a la población durante las elecciones. En varias ocasiones, él y el mismo presidente Uribe han señalado que con la liberación se busca un beneficio electoral para Piedad Córdoba. Al respecto, la senadora dijo ayer que anunciar las coordenadas del punto de entrega “ni me agrega ni me quita”. Para ella está primero, según declaró, la vida de los secuestrados y la tranquilidad de sus familiares.

Para que los militares recuperen la libertad y el cuerpo del mayor Guevara pueda ser devuelto a su madre, las FARC y el gobierno deberán mantener su palabra. El operativo será apoyado por un delegado de la fuerza aérea de Brasil, que llegó esta semana al país. La guerrilla aceptó públicamente la participación de ese país en la liberación, que sería dirigida por la Cruz Roja.