EL MUNDO › PRIMERA GIRA DE UN PRESIDENTE BRASILEñO DESDE PEDRO II
Lula llegó a Israel con la promesa de escuchar a los palestinos. Afirmó que la paz no se puede mantener a la fuerza y que para conquistarla no alcanza la cabeza, sino que hace falta el corazón. Rechazó la invitación a respaldar las sanciones a Irán.
Luiz Inácio Lula da Silva realizó ayer la primera visita de un presidente brasileño a Israel, donde defendió la creación de un Estado palestino “viable”, criticó los asentamientos israelíes en los territorios ocupados y se mostró reacio a sancionar al régimen iraní por su programa nuclear. Lula, quien llegó el domingo para una visita histórica a Jerusalén, fue recibido con honores militares por Peres antes de reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y con la líder de la oposición, Tzipi Livni.
Durante su encuentro con el presidente israelí, Shimon Peres, Lula destacó además la contribución que podría hacer Brasil como facilitador del diálogo entre israelíes y palestinos. “Creo que el virus de la paz está conmigo desde que yo estaba en el vientre de mi madre”, dijo el mandatario brasileño en la primera gira por Medio Oriente de un gobernante brasileño desde la visita del emperador Pedro II, en 1876. Shimon Peres, por su parte, afirmó que “no queda mucho tiempo” para seguir contemplando una posibilidad de paz con sus vecinos árabes y agregó que la contribución de Lula sería “bien recibida”.
Por la tarde pronunció un discurso ante la Knesset, el Parlamento israelí, durante el cual exhortó a las dos partes a “superar los antagonismos”. “El Estado de Israel debe vivir al lado del Estado palestino. Debe haber una coexistencia”, recalcó. “El deterioro de las condiciones de vida de los palestinos favorece todos los extremismos y esto puede llevar a un derramamiento de sangre. Voy a ver a los palestinos y los escucharé”, prometió Lula.
En su discurso, Lula señaló que “Medio Oriente ha visto décadas de dolorosas confrontaciones que han costado miles de vidas. Tenemos que actuar, pero usar nuestras cabezas no es suficiente, tenemos que usar también nuestros corazones”. El presidente de Brasil reiteró el apoyo de su país a “la existencia de Israel como Estado soberano”, y manifestó que “no se puede perder más el tiempo” y que desea que los israelíes “vivan en armonía y se acabe el sufrimiento”.
Mencionó a su propio país como ejemplo de coexistencia, ya que 10 millones de árabes viven en él en armonía con miles de judíos, un modelo que, según Lula, puede ser utilizado para lograr un más profundo entendimiento en Oriente Medio. En el camino hacia la paz, Lula consideró esencial construir un mundo sin armas nucleares, y manifestó que “Brasil está orgulloso de que en América latina no haya armas nucleares y queremos que esto sea un ejemplo para otras regiones”.
El presidente brasileño no mencionó la crisis internacional desatada por el programa nuclear iraní, pero sí la sacó a relucir Netanyahu, quien instó a Brasil a “unirse a la coalición internacional que se forma contra Irán”. “Esta coalición reúne a numerosos países que quieren impedir a Irán dotarse de armas nucleares”, dijo el primer ministro israelí. Y es que Irán es el principal tema de discrepancia entre Israel y el gigante sudamericano.
Lula mostró su gesto más firme con Israel durante su discurso ante la Knesset cuando criticó la ampliación de las colonias judías en territorios ocupados palestinos. “La paz no puede ser mantenida por la fuerza”, advirtió Lula. “Tenemos urgencia en ver a israelíes y palestinos conviviendo en armonía”, añadió el presidente, defendiendo la convivencia de “un Estado de Israel soberano, seguro y pacífico” y “un Estado palestino soberano, pacífico, seguro y viable”.
“Lo que está en juego acá no es sólo el futuro de la paz en la región, sino la estabilidad de todo el mundo”, subrayó el presidente visitante, quien expresó su preocupación ante las “iniciativas unilaterales que las dificultan, como el anuncio de la construcción de residencias en Jerusalén”.
En su primer día de visita, Lula sostuvo además encuentros con la líder del opositor partido Kadima, Tzipi Livni; se entrevistó con el primer ministro, Benjamin Netanyahu; y anunció la aprobación final de Brasil al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Israel y el Mercosur.
Hoy, tras una visita al Museo del Holocausto en Jerusalén Yad Vashem, el presidente brasileño se trasladará a los territorios palestinos y se encontrará con el primer ministro, Salam Fayyad, y el presidente, Mahmud Abbas, en la ciudad de Belén.
Lula se quedará a dormir en Belén, en un gesto inusual por parte de los líderes de gobierno internacionales, que no suelen pernoctar en los territorios palestinos. El miércoles se encontrará de nuevo con Abbas en la ciudad de Ramallah, desde donde partirá en dirección a Jordania, para volver a Brasil el jueves.
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